Importante paso adelante el dado por el jugador castellonense. Tras imponerse a John Isner, Bautista dio continuidad a su gran estado de forma y derrotó a un Jo-Wilfried Tsonga que acabó desesperado ante la solidez del español. 

Una de las claves del encuentro fue la capacidad de Roberto para afrontar situaciones límite, y no venirse abajo tras perder el primer set después de que Tsonga ejerciera su poderío al servicio en la primera manga. Bautista valoró positivamente su reacción a lo largo del encuentro: "El tenis tiene sus momentos, he sido capaz de remar a contracorriente, con un rival increíble. Poco a poco con mucha intensidad y mucha valentía le he dado la vuelta al partido, al ritmo y al control del juego." 

Tanto Bautista como todo su equipo técnico, se mostraron entusiasmados con esta victoria, que le presenta una oportunidad de oro al español para hacerse con un título ATP, y le permitirá llegar repleto de confianza al Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada. Roberto cayó en segunda ronda el pasado año, por lo que tiene un importante margen de mejora, y por consiguiente, la opción de coger muchos puntos.

Su entrenador, Pepe Vendrell, valoraba así la victoria contra Tsonga:  "Esta es una gran victoria, por intensidad, por perseverancia y por fe. Por el resultado se aprecia que nuestro nivel de juego ha ido de menos a más, aunque el nivel mental ha sido altísimo durante todo el encuentro", y añade "Estoy muy orgulloso de lo que representa Roberto, de su identidad".

Su rival en la final será Jack Sock, 26 del mundo y que viene de dar la sorpresa contra David Ferrer. No será un encuentro nada sencillo, pero Bautista tiene ante sí la oportunidad de redimirse de su derrota en la final del torneo de Valencia del pasado año, que dolió y mucho.