Milos Raonic y Gaël Monfils protagonizaban el duelo más igualado de cuartos de final del Open de Australia 2016, al menos en lo que se refiere al bagaje en torneos de Grand Slam. Ambos tenistas sólo han llegado en un ocasión a las semifinales de alguno de los cuatro 'grandes' (Raonic en Wimbledon 2014 y Monfils en Roland Garros 2008), y ninguno de ellos había disputado el penúltimo partid del torneo celebrado en Melbourne. En lo referente a la presente edición del campeonato, el jugador canadiense se plantó en cuartos de final tras superar a rivales téoricamente más difíciles que el francés, pero la versatilidad del galo auguraba un partido intenso y disputado entre ambos tenistas.

El triunfo de la agresividad

El norteamericano comenzó el partido mostrándose muy acertado con el servicio, conectando dos saques directos y dominando los puntos gracias a su excelente golpe de derecha. Sí sufrió más dificultades el tenista nacido en París, pero los errores no forzados de su rival le permitieron igualar el partido (1-1). Milos Raonic volvió a hacer gala de su servicio y se apuntó el tercer juego, pero el buen hacer del canadiense continuó en el cuarto juego, cuando dos dobles faltas de Gaël Monfils y la agresividad al resto de su rival le permitieron remontar un 40-15 adverso y conseguir el primer 'break' del partido (3-1).

Raonic sólo perdió un juego al saque en todo el partido

Raonic consolidó la rotura con un juego casi perfecto en el que realizó tres golpes ganadores y un 'ace' que encarrilaron el primer set a su favor. El tenista francés logró mantenerse en el parcial gracias a su derecha y a los errores no forzados del norteamericano, pero el servicio del cabeza de serie número 13 del torneo fue prácticamente inmejorable durante todo el partido. El canadiense sólo sufrió algunas dificultades en el noveno juego del partido, pero el jugador entrenado por Carlos Moyá logró cerrar la primera manga gracias al saque y derecha que tan bien realizó durante todo el partido (6-3).

Reacción ante la adversidad

La derrota en el primer set no afectó al jugador parisino, que comenzó la segunda manga realizando sus mejores juegos al servicio, logrando dos en blanco y conectando varios saques directos. Milos Raonic no le fue a la zaga y no sólo también consiguió el primer juego en blanco, sino que mantuvo su agresividad tanto con el servicio como con la derecha. En el quinto juego, con 2-2 en el marcador, el norteamericano dispuso de dos oportunidades de 'break', pero el francés combinó dos 'aces' con derechas profundas y ajustadas que le permitieron mantener la delantera en el parcial.

Monfils también dispuso de ocasiones para romper el servicio de su rival en el siguiente juego, y el francés sí la aprovechó siendo agresivo desde el resto y por los errores no forzados de su rival, consiguiendo una pequeña ventaja que se amplió siguiendo el mismo esquema de juego y estableciendo un 5-2 que parecía sentenciar la manga. Raonic reaccionó y se acercó en el marcador para intentar presionar al galo, pero éste logró salvar una bola de 'break' y conectó tres servicios directos para acabar cerrando el set con un golpe ganador (3-6).

Gaël Monfils se estira para llegar a una bola | Foto: zimbio.com
Gaël Monfils se estira para llegar a una bola | Foto: zimbio.com

La historia repetida

El comienzo del tercer 'set' serviría para comprobar la solidez mental de Milos Raonic, y el canadiense respondió de manera inmejorable. Servicio perfecto, golpes ganadores y agresividad desde el resto fueron las claves para que el norteamericano iniciara el parcial con un contundente 3-0, consiguiendo romper en una ocasión el servicio de Gaël Monfils y poniendo entre ambos tenistas una diferencia insalvable.

Raonic cometió regularmente servicios superiores a 220 Km/h.

Con esta ventaja en el marcador, Raonic disminuyó la intensidad y permitió que el francés se apuntara el primer juego a su favor (3-1), pero la mejor versión del pupilo de Carlos Moyá apareció inmediatamente, consiguiendo recuperar los niveles de agresividad tanto con su servicio como con su derecha. Monfils siguió aferrado al parcial aumentando su agresividad con la derecha y ajustando más sus golpes, llegando a salvar una bola de 'break' con 5-3 en contra. Pero el norteamericano demostró una gran inteligencia con su saque, pues pese a terminar el partido con menos 'aces' que su rival, utilizó la velocidad (saques superiores a 220 Km/h.) y la colocación (bolas enviadas al cuerpo) para imponerse en la tercera manga por 6-3.

Saque imperial

Monfils cometió 47 errores forzados

El cuarto 'set' del partido comenzó de manera inusual, y los puntos al servicio se sucedían uno tras otro. Los dos jugadores se apuntaron los dos primeros juegos al servicio en blanco, demostrando su habilidad como sacadores y su capacidad para dominar desde sus excelentes derechas. En el quinto juego del parcial, la historia se repitió, y de nuevo Milos Raonic consiguió romper el servicio de su rival, en esta ocasión conectando dos golpes de revés paralelos ganadores y aprovechando dos dobles faltas de Gaël Monfils (3-2).

Milos Raonic celebra el triunfo y el pase a semifinales | Foto: zimbio.com
Milos Raonic celebra el triunfo y el pase a semifinales | Foto: zimbio.com

Raonic consolidó el 'break' con un nuevo juego en blanco gracias a otros dos grandes servicios, a un 'ace' y una derecha ganadora que estableció el 4-2 en el marcador de la Rod Laver Arena. El galo se repuso de la rotura anterior y volvió a sus niveles de agresividad con el servicio y la derecha, pero siempre encontró un obstáculo insalvable en el servicio del canadiense. Milos Raonic salvó una bola de 'break' en el octavo juego del 'set' y a partir de ahí se mostró intratable con el saque. Monfils se mantuvo en el partido con su servicio, pero Milos Raonic cerró el 'set' y el partido por 6-4, consiguiendo así alcanzar por segunda vez en su carrera el pase a las semifinales de un Grand Slam y por primera vez a unas semifinales del Open de Australia, donde se enfrentará al escocés Andy Murray.