Se acabó el sueño de David Ferrer en este Open de Australia. Sin lugar a dudas ha realizado un espectacular torneo llegándose a colar con los mejores tenistas del panorama actual. En el día de hoy no ha podido vencer al número dos del mundo, al británico Andy Murray que le apeó por 6-3, 6-7. 6-2 y 6-3 en un gran partido de tenis y donde el tenista alicantino puso al escocés en aprietos en numerosas ocasiones.
Gran partido en cuanto a números se refiere de Andy Murray. Sin lugar a dudas realizó 49 golpes ganadores, aunque algún que otro error no forzado que mancha sus grandes cifras. La resistencia de David Ferrer ya todas la sabemos, es la de un gran campeón. Lejos de plantear un partido fijado a la línea de fondo, Murray se destapó con un formidable dominio en las acciones cerca de la cinta, sellando con éxito 31 de sus 38 aproximaciones. Además, llegando a quebrar hasta en seis ocasiones el servicio del español, Andy puso de manifiesto su figura como uno de los retadores más temibles del circuito masculino.
El partido comenzó muy igualado por ambos tenistas manteniendo sus respectivos saques, jugando con un nivel de intensidad tremenda, como si de una final se tratara, y es que ambos tenistas se jugaban mucho en el partido de hoy. La igualdad iba a reinar hasta el cuarto juego, donde Andy Murray consiguió quebrar el servicio del tenista alicantino y ponerse un break arriba en el marcador. David sacó raza y coraje para intentar darle la vuelta a la situación y dispuso de dos bolas para recuperar el break encajado con 5-3 abajo, pero Andy Murray con dos buenos primeros saques dejaron huérfanas las oportunidades para el español. En 44 minutos de juego, el británico se había llevado el primer set por 6-3.
El segundo set iba a ser un espectáculo. Ambos tenistas batallaban sobre la pista para conseguir sus objetivos. El de David era igualar el marcador, y el de Andy el de conseguir el segundo set y dejar casi sentenciado el partido. La segunda manga se iba a decidir en el tie-break. Allí Ferrer estuvo más fino y cometió muchos errores y rápidamente se puso 3-1 en el desempate. Una ventaja que se vería recortado por Murray que levantaba en pie a todo el Rod Laver Arena. Con 5-5 en el desempate, Ferrer consiguió un minibreak y cerró con su saque el punto para con un grito de guerra llevarse el segundo set. Significaba que el tenista español se volvía a enganchar en el partido.
El cambio de pista dura a indoor fueron clave
El tercer set iba a caer un poco de intensidad, y es que tanto Andy como David se notaban un poco fatigado por el gran derroche físico que habían realizado en el último set. Ambos se respetaron el saque hasta el cuarto juego, donde Murray dio un paso al frente y arriesgó un poquito más, conectando una derecha cruzada fantástica a la carrera y después un resto a los pies de Ferrer para firmar la rotura y abrir mecha en el marcador. Inmediatamente se interrumpía el partido a causa de unas leves gotas que forzarían a cerrar el techo de la central. Comenzaban los problemas para el alicantino que veía que esto iba a cambiar las condiciones de la pista y en frente tenía a uno de los mejores tenistas en pista indoor. Finalmente en 42 minutos de juego, Andy Murray iba a cerrar el tercer set rompiéndole una vez más el saque al español poniendo el 6-2 en el marcador.
Nos ibamos al cuarto set. Andy no estaba dispuesto a perder más tiempo y comenzó como un torbellino rompiéndole el servicio de Ferrer y abriendo una ventaja en el marcador. David consiguió despertar un poco y aprovechando un pequeño bajón físico de Murray consiguió romperle el servicio en el cuarto juego y colocar el 2-2 en el marcador. Había partido en la pista central de Melbourne. Cuando parecía que todo volvía a estar igualado, Andy cogió todo su arsenal tenistico y lo usó contra el alicantino que no podía hacer nada para contrarrestar dicho tenis. Un break en el séptimo juego iba a condenar a Ferrer a tener que decir adios a Australia.
En semifinales, Andy Murray se medirá al canadiense Milos Raonic, que en el día de hoy venció al francés Gael Monfils por 6-3, 3-6, 6-3 y 6-4 en el partido que cerró la jornada de miércoles en Melbourne.
