En todos los torneos hay tenistas franceses; una de las naciones más representadas en el top-100, con un estilo bien definido representado en jugadores de la vieja escuela, basándose en la elegancia, el juego de mano y un buen servicio. Cuatro de esos jugadores disputaron sus respectivos partidos de primera ronda, con suerte dispar, y conclusiones y perspectivas de futuro poco halagüeñas para ellos.

Benneteau y Mahut experimentan el paso del tiempo

Quedan lejos los días de glorias de estos dos jugadores. Carismáticos, amados y venerados por la afición gala, se resisten a la retirada a la que se dirigen de manera inexorable. Sus derrotas contundentes en un torneo indoor, en su propia casa, y ante jugadores no especialmente destacables, supone un duro varapalo moral.

Mahut compitió contra Jan-Lennard Struff, pero no pudo mantener el nivel de juego de manera continua. El teutón acabó imponiéndose por 6-3 7-5. Mucho más dura fue la derrrota de Benneteau, que no pudo aprovechar la wildcard con la que fue agraciado. Y es que vio cómo John Millman le pasaba por encima; es muy destacable la progresión del australiano, y su valentía al desplazarse a Europa a disputar estos torneos, algo poco habitual en jugadores aussies.

Mathieu y De Schepper cubren el expediente

El bueno de Paul-Henri. Todo un clásico en el tenis galo, que ha experimentado una resurrección desde mediados del pasado año. Continúa en buena tónica, y lo ha demostrado ganando al joven Elias Ymer. El sueco procedía de la previa, pero poco ha podido hacer ante el de Estrasburgo. Partido muy serio de Mathieu que se impuso por 6-1 6-4.

Por su parte, De Schepper dio continuidad al buen juego del que hizo gala en la fase previa, y derrotó a Basilashvili en el partido más apretado del día. 4-6 7-6 (4) 6-3 fue el resultado final de un encuentro apasionante, y que hizo las delicias del público local.