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Victoria con dudas en el estreno de Nadal

Rafael Nadal debutó en el torneo de Buenos Aires ganando a su amigo Juan Mónaco en dos sets, en un partido que dejó dudas para el futuro.

Victoria con dudas en el estreno de Nadal
Estreno con victoria de Nadal en un partido con dudas
jorgeyr
Por Jorge Yebra

Se enfrentaban en la noche bonaerense dos buenos amigos, el local Juan "Pico" Mónaco, contra el vigente campeón del torneo Rafael Nadal.  Precisamente el último enfrentamiento que tuvieron los dos tenistas fue en la final del año pasado de éste torneo, en un partido que si bien al principio el argentino plantó algo de cara, poco a poco se vino abaja para darle el torneo al español. Esta vez el enfrentamiento se adelantaría a la segunda ronda, por lo cual el perdedor del encuentro perdería bastantes puntos respecto al año pasado. El argentino siempre ha sido un rival relativamente cómodo para el español durante sus enfrentamientos (como le pasa con la mayoría de sus amigos), ya sea por como les tiene comida la moral o por su indiscutible superioridad tanto en la defensiva como en la ofensiva que tiene en tierra batida. 

El partido comenzó de forma normal, Nadal sacaría su primer servicio sin excesivos problemas, y en su primer juego al resto consiguió su primera bola de break y la rotura definitiva. Los nervios y las precipitaciones estaban costándole caro, que veía una vez más como empezaba el partido con desventaja. Pero a partir de ahí la cosa cambió radicalmente,  Mónaco se quitó los nervios iniciales, y quizá pensando que no tenía nada que perder ante su rival, empezó a soltarse más y a pegarle a la bola con mucho más daño. Aguantaba los peloteos de Nadal e incluso conseguiría varios tiros ganadores. Esto provocaría que consiguiera también su primera bola de break, y aunque no lo consiguió a la primera, si lo hizo a la segunda tras levantar tres ventajas en contra con puntos de calidad bastante alta.

Tras eso, con mucha más confianza ganó su primer servicio e igualó el partido. A partir de ahí la cosa andó igualada con cada uno sacando sus servicios hasta el 4-3, en ese momento los nervios volvieron a la raqueta del argentino, que con dos errores llamativos cedió el servicio para que Nadal pudiera cerrar el set con su saque. Sin embargo Juan todavía no había dicho su última palabra, y como ocurriera a principio de set, sintiéndose más suelto y sin nada que perder, volvió a soltar el brazo para conseguir dos bolas de break y conseguirlo a la primera tras un resto a la línea para conseguir el contrabreak. Otra vez la pelota estaba en la pista del número 3 argentino, que entre los arreones del español que ponía una marcha más y la irregularidad que estaba marcando durante todo el partido el argentino provocaron otro break, al que ya no habría oportunidad para contrarréplica, cerrándose el set a favor de Nadal por 6-4.

El segundo set comenzaría sacando cada uno sus servicios sin relativos problemas, y anunciándonos que podíamos ver un interesante set si el argentino no se venía abajo. Aunque para sorpresa, era Nadal quien bajara su ritmo y tras un gran ganador de Mónaco regalara dos puntos para dar tres bolas de rotura que aprovechó el argentino a la primera con un gran passing de revés. Las alarmas se encendían en el banquillo del español cuando en el siguiente juego consolidaba su rival la rotura con un servicio con buenos golpes del argentino y otra vez varios errores del balear. Se veían destellos de la mejor versión del jugador tandilense que ya se pudieron ver en su anterior duelo ante el italiano Marco CecchinatoEn el segundo set Nadal se metió en un agujero negro, no encontraba su derecha, y no se encontraba a gusto en la pista.

Nadal seguía en el agujero negro que se había metido, no encontraba su derecha, no conseguía defenderse del juego de su rival y no se encontraba a gusto en la pista. 15-40, momento clave para que Nadal se agarrase al set o se despidiése de él, un revés precipitado de Mónaco, una volea, una derecha ganadora y una gran dejada permitían que Rafa una vez más se agarrara al set. A partir de ahí una película que hemos visto muchas veces, Rafa empezó a jugar con la ansiedad del argentino devolviéndole todas las bolas y los golpes de Mónaco acababan fuera de la pista. Break en blanco. Del doble break a la igualda a tres, y para colmo el español se ponía por delante sacando su servicio en blanco. Había salido la vena del español que le había convertido en el rey de la tierra batida.  De un posible 1-4, Nadal pasó a adelantarse 4-3. Mónaco no se lo podía creer, su siguiente servicio era aún más clave para no marcharse del partido, y ésta vez el de Tandil sacaba su garra argentina para seguir vivo, 4-4.

Ahora volverían las dudas al mallorquín, que cometería dos dobles faltas seguidas, pero que sacaría el servicio con uno de esos puntos en la red que le gustan, y dos puntos seguidos dominando con su drive. Le tocaba el turno a Mónaco, dos buenos puntos al principio, y dos errores después provocaban el treinta iguales. Tras un punto en el que el argentino no volvía a tener suerte con la red, Nadal provocaba la bola de partido tras un globo y un smash. Finalmente, un revés en la red de Mónaco tuvo que ser el que diera por finalizado el partido, en otro intento por parte de Mónaco de meterle mano a su amigo y otra ocasión que se quedó en un quiero y no puedo, a pesar de las dudas de Nadal durante el partido, que ya veremos si se debieron al ser su primer partido en el torneo o se siguen reproduciendo en los próximos partidos.

En la siguiente ronda se enfrentará al veterano Paolo Lorenzi, todo un clásico de ésta "gira dorada" y de este tipo de superficie, que viene de dar la sorpresa al ganar primero al español Pablo Andújar y luego al local Diego Schwartzman.