Iñigo se merece que le vaya bien en el tenis. Cuando en 2013 estaba en plena progresión, varias lesiones le obligaron a pasar por el quirófano y a tirarse casi un año sin jugar con regularidad y a volver a empezar de cero. Aún así, no se rindió y está consiguiendo sus frutos. El año pasado hizo una gran temporada llegando a ser el maestro del circuito Challenger y le llevó por pimera vez al top 100 del ATP. Esta temporada tiene que ser la temporada de confirmación para él, dónde está viviendo muchas cosas nuevas.
Sin ser un jugador que destaque por algo en particular, ni tenga un golpe que le de puntos, pero sin un punto débil tampoco (tiene un buen servicio, y una derecha y un revés más que decentes), Iñigo es de la escuela David Ferrer, además de entrenar en su academia en Jávea, es un jugador que tiene su mejor arma en su lucha y trabajo durante el pista, otro gladiador del tenis.
Su rival, el serbio Victor Troicki, también sabe lo que es estar un largo tiempo fuera de la competición, pero por diferentes motivos (saltarse un control de dopaje), no le iba a regalar nada.
El primer set pasó con tranquilidad, cada uno sacando sus servicios sin dificultades. El serbio siempre busando más los puntos rápidos, apoyándose en el servicip para coger la iniciativa y el tenista español sintiéndose más cómodo con puntos más trabajados. Nada evitó que el set llegara hasta la muerte súbita. El primero en tomar ventaja fue Cervantes, pero rápidamente igualaría su rival. A partir de ahí cada uno iría convirtiendo sus juegos de servicio, lo que haría que sólo un leve error decidiera el set. Una bola mal golpeada del serbio que se marcharía por el pasillo de dobles le condenaría, ya que en el siguiente punto no pudo solucionarlo y otra bola fuera haría que Cervantes se llevara el primer parcial por 7-6.
El segundo set fue más movido. Troicki tenía que despertar y lo hizo. En el quinto juego conseguía el primer break del partido tras un despiste del jugador vasco. Pero en seguida volvería al partido y le devolvería el contrabreak. Tras esto, llegaríamos a uno de los momentos claves del partido. Con 6-5 al resto, Cervantes tendría la oportunidad de tener tres bolas de partido. La primera la resolvió bien el serbio tras saque y derecha ajustada. La segunda con un buen servicio, y la tercera cerrando en la red con un smash como buen doblista que es. Cervantes insistió todo lo que pudo, pero el serbio se agarró al partido y forzó el tie break. Allí otra Iñigo se ponía con ventaja, pero sacando para tener bola de partido, una doble falta del vasco le daría otra vez vida a Victor. El partido volvía a igualarse en todo y parecía que no acabaría, pero la fortuna quería un tercer set y un error de Iñigo le daba el set a Troicki. A todo esto, el español tuvo dos bolas de partido más al resto durante al desempate, cinco en total en todo el set que lamentaría más tarde el no haber aprovechado.
En el tercer set los dos salieron a por todas. Cansados y con ganas de terminar, los puntos se acortaron mucho más y los juegos terminaban rápidamente. Con 3-2 en el marcador, el serbio aprovechaba un momento de bajón de su rival y conseguía el 4-2. En ese momento salió la garra y la lucha que dijimos anteriormente del vasco, que luchó por el contrabreak y lo consiguió sin muchas dificultades.
El cansancio se acumulaba en el cuerpo de los dos tenistas, que en cuanto veían que no tenían opciones al resto, guardaban fuerzar para sus servicios. Otra vez tuvo que ser la muerte súbita la que decidiera el destino del partido, y lo consiguió el que llegó más fresco. Troicki sacó su repertorio de buenos servicios, Cervantes apenas tenía fuerazas para sacar y los errores le hiceron que se pusiera con dos minibreaks de desventaja y 5-1. El vasco intentó el último arreón y se puso 5-3, recortando un mini break, pero un revés con suerte a la línea y un buen servicio dieron a Troicki la victoria, en un final dramático.
Era la primera vez que Iñigo se enfrentaba a una situación de este calibre en un torneo tan importante, y la supo afrontar, pero el cansancio le pasó una mala jugada. Esto solo le tiene que vale para aprender y ver que paso a paso cada día mejora y está más arriba.