Zeballos había perdido en la ronda final de la qualy del torneo. Tuvo paciencia y se quedó por si había alguna baja de última hora. La suerte llamó a su puerta y la retirada a última hora de Roger Federer hacía que pasara a segunda ronda y luchara por pasar a la siguiente con su amigo Juan Martín Del Potro.
La suerte también le benefició tocándole en segunda ronda un tenista que acaba de volver a las pistas después de un gran parón y ni de lejos estaba a su mejor nivel. La casualidad había hecho que nunca se hubieran enfrentado entre ellos en el circuito profesional, y sólo un torneo en su país cuando eran todavía adolescentes era su último partido oficial. Ya entonces el partido lo ganó un jovencísimo Del Potro.
Juan Martín venía de derrotar a otro compatriota, en este caso a Guido Pella, que sufrió los nervios de la pista central y de enfrentarse a todo un ídolo en su país. En ese partido Del Potro demostró estar fuerte con su servicio y su derecha, pero dejó muchas dudad en sus golpes de revés, dónde apenas se atrevía a pegarle a dos manos y optaba casi siempre por el cortado a una mano.
Durante todo el encuentro, Horacio supo jugarle de manera inteligente a Del Potro, atacando el débil revés del tandilense, que volvía a confiar más en el cortado con su derecha, tal vez por miedo a usar su muñeca izquierda, por desconfianza o porque todavía tiene molestias. El partido estuvo igualada sacando cada uno sus servicios, hasta que en la parte final, Zeballos supo aprovechar los errores del tandilense que le daban el break y el primer parcial por 6-4. Horacio, que su mayor logro lo consiguió en 2013 al conseguir su único título ATP en Viña del Mar ante Rafael Nadal, y que está últimamente más acostumbrado a jugar partidos de Challenger y dobles que citas así, no quería dejar desaprovechar esta oportunidad.
Para colmo, a mediados del segundo set, el revés de Del Potro se vio mermado por una nueva molestia en su muñeca izquierda. Aún así, viendo que el partido estaba difícil recurrió de vez en cuando a su revés a dos manos, muy cambiado a cuando era un arma terrible que hacía daño a todos sus rivales. Al final se repitió la misma historia del primero, Zeballos fue sacando sus juegos con buenos servicos y buenos golpes de fondo, jugándole siempre que podía al revés, y esperando su oportunidad. Así pasó que con 5-4 arriba, dos errores con la derecha de Del Potro, mucho más insegura que en su anterior partido, le daban la oportunidad de presionar a su rival, provocar la bola del partido y aprovecharla tras otra derecha larga de su rival. Vini, vidi, Vinci.
Tras el partido, Del Potro dijo que se resintió de donde ha sido operado en varias ocasiones, pero que cree que no volverá a estar fuera de las canchas por periodos extendidos de tiempo, y verá si puede entrenar en los próximos días. Por su parte Zeballos se encontraba contentísimo del gran resultado. En la siguiente ronda se enfrentará al español Fernando Verdasco, que ganó al francés Jeremy Chardy por 6-4 y 6-4.