No hay manera. Cuando se entra en un bucle de desconfianza cada derrota es un aguijonazo más en la moral, ya de por sí maltrecha del jugador de La Roda. Tras la excelencia alcanzada en la primera mitad del 2015, el español se fue desinflando poco a poco, bajando notablemente sus prestaciones y entrando en una espiral muy negativa. En ella sigue sumido, y parece ser incapaz de salirse de la corriente, que le arrastra inexorablemente lejos de la posibilidad de ganar títulos y firmar buenos resultados.
Esta vez, esa corriente maléfica fue impulsada por un jugador atípico donde los haya. El elegante en sus caminares y díscolo en actitud, Benoit Paire, se encuentra en un gran momento de forma, y está siendo capaz de desbordar a grandes rivales gracias a su impresionante revés y una leve mejoría de drive, pero sobre todo, a la buena movilidad y actitud de las que está haciendo gala.
La confianza decantó la balanza
Son dos jugadores opuestos en estilo de juego y aplomo sobre la pista, pero cuando Benoit está inspirado, se antoja difícil pensar que Guillermo pueda frenarle. El francés desata un torbellino incontrolable de golpes tan elegantes como letales, auspiciados en un buen nivel al servicio.
El español cometió seis dobles faltas y dejó escapar cuatro bolas de break en el segundo set
Martirizó con su revés a un García-López que no interpretó bien el partido, y se limitó a meter bolas y esperar los fallos de derecha de Paire. El galo recurrió a las dejadas para minizar ese agujero en su tenis, y sirvió a las mil maravillas en los momentos cumbre. Esto le permitió adjudicarse un primer set realmente igualado, en el que García-López se desinfló en la muerte súbita.
Ese desinflamiento fue definitivo, y se aceleró después de que el de La Roda no pudiera aprovechar ninguna de las cuatro bolas de break de las que dispuso. Fue demasiada carga mental para un jugador herido en su orgullo, y que no encuentra soluciones al problema. Paire certificó su pase a las semifinales, postulándose como un claro candidato al título. Son muchas las esperanzas de los franceses puestas en este jugador, que si logra mantener su estado dulce hasta Roland Garros, promete emociones fuertes.