Nunca antes Pablo Carreño había sido capaz de alcanzar la final del ATP 250 de Estoril. Tres veces ha jugado las semifinales, pero nunca la pelea por el título. En las dos primeras, Stanislas Wawrinka y Nick Kyrgios acabaron con sus aspiraciones. A la tercera, sin embargo, fue la vencida. Y el gijonés rompió la barrera a lo grande.
Pablo Carreño (número 50 en el ranking) venció a Benoit Paire (puesto 21 de la ATP) por un doble 6-3 en 1 hora y trece minutos, después de ir perdiendo el primer set 0-3 tras ceder su saque hasta en dos ocasiones. Una gran gesta del gijonés para alcanzar su segunda final del año tras hacer lo propio en Sao Paulo, certamen que también se disputa sobre arcilla, esa superficie que no hace más que brindar alegrías al gijonés.
Coraje para levantar un set perdido
La hazaña del gijonés no pudo tener peor comienzo ante un rival, Benoit Paire, que mandaba en el 'head to head' entre ambos por 2-1. El español comenzó perdiendo su saque en el juego inaugural del encuentro y el francés fue capaz de confirmar el quiebro tras levantar dos bolas de break.
Todo se complicó aún más, si cabía. Ni los números ni los precedentes estaban en favor de Pablo Carreño, pero el tenis no atiende a esos motivos. El gijonés volvió a perder su servicio y se encontraba 0-3 abajo en el primer set. Situación límite que sacó lo mejor de Pablo, quien desató el vendaval.
Pablo Carreño tiró de coraje y temple para levantar un set que estaba perdido con 0-3 y dos breaks en contra. Nivelazo del asturianoEn unos pocos minutos, de la calma de los instantes iniciales se pasó a la tormenta de tenis. Pablo Carreño despertó del letargo y comenzó a lucir el gran juego demostrado durante toda la semana. Como si de un espejismo se tratasen los primeros juegos, todo lo negativo se desvaneció y en el horizonte solo se atisbaba una cosa: remontar.
Juego a juego, la machada empezó a convertirse en realidad ante un Benoit Paire paupérrimo con su servicio. El francés vuelve a ser ese jugador irregular capaz de tensar la cuerda la cuerda contra el mísmisimo Novak Djokovic y después caer contra un jugador estancado en el puesot número 300 del ranking ATP. Una montaña rusa.
Tras perder su segundo break, Pablo Carreño consiguió que Benoit Paire no confirmase en el juego siguiente y mantuvo vivas sus aspiraciones. El gijonés, sin embargo, sí fue capaz de sacar adelante su turno de saque por primera vez en el partido, levantando de nuevo bola de break. No era el día para grandes alardes al servicio.
El marcador ya lucía un 2-3 todavía favorable al francés y servicio para éste, pero el primer paso hacia la machada estaba dado. El segundo vino a continuación: el gijonés quebró de nuevo y puso la igualada momentáneamente. Y en un visto y no visto, Pablo Carreño confirmó y se puso por delante en el parcial por primera vez.
Del 0-3 se pasó al 4-3, y el parcial aún iba a ser engrosado ya que se repitió la historia de los juegos anteriores: otro break para el asturiano y la confirmación para sellar 6-3 el set ante un incrédulo Benoit Paire que solo fue capaz de sacar adelante un turno de saque y perder tres de ellos. Pablo Carreño demostró un coraje y temple tremendos para dar la vuelta a una situación crítica.
Paire no se redime de sus errores
Tras el cambio de pista para comenzar la segunda manga, Benoit Paire cometió el mismo error que le condenó en la primera: otra rotura y ventaja inicial para Pablo Carreño, que encarrilaba el partido dominando 2-0. El galo estaba sobre la lona y nadie parecía creer que fuese capaz de despertar del KO.
Ambos tenistas fueron capaces de sacar adelante sus respectivos turnos de saque y el gijonés se mantenía 3-1 arriba, pero, de nuevo, Benoit Paire no fue capaz de redimir sus errores: otro break, el segundo para el español en este segundo set, el primero de un carrusel de quiebros que no iba a parar hasta el término del partido.
Desde el cuarto juego de la manga (3-1) hasta el último (6-3), ninguno pudo sacar adelante un turno de saque Desde ese momento, con 4-1 en el segundo parcial, ningún tenista sería capaz de ganar un juego con el servicio: Benoit Paire era incapaz en un día aciago con un 35% de acierto con primeros; Pablo Carreño, sufrió la presión para cerrar el encuentro y su pase a la final.
La ventaja, sin embargo, estaba en el bolsillo del asturiano y break tras break entre ambos tenistas, el set murió con otro 6-3 para Pablo Carreño y el pase certificado a la final, su segunda del curso tras superar por primera vez y a lo grande la barrera de las semifinales en el torneo luso.
Triunfo para cargarse de moral y confirmar el gran momento de forma en el que se encuentra Pablo carreño, además de reafirmarse sobre una superficie que no para de dar alegrías al gijonés. El segundo contendiente por el título será Nicolás Almagro, quien dio la campana tras superar a Nick Kyrgios en el otro lado del cuadro.