No pudo ser, la experiencia de Gilles Simón hizo su efecto y consiguió apuntarse la primera victoria en tres partidos ante el asturiano Pablo Carreño, que en este año 2016 esta demostrando que tiene mucho tenis en su raqueta. El partido fue muy distinto al que se jugo la semana pasada en el torneo de Estoril, sin embargo empezó prácticamente igual.
En un magnifico partido disputado en la cálida mañana del miércoles en la pista 5 del Masters 1000 de Madrid, Carreño no pudo dar una nueva alegría al publico español. Y eso que estuvo bastante cerca, pero en los momentos importantes del partido, Simón parecía que tenia un poco mas que su rival. El francés vio como al principio del partido, la pesadilla del partido de Estoril se repetía, pero en esta ocasión supo sufrir y remontar el partido.
Carreño no pudo mantener el ritmo todo el partido
El comienzo del partido fue un monólogo del asturiano. Tanto de derecha como de revés como con el saque, Carreño maniataba a su rival que no sabia como defenderse ante la variedad de golpes que el joven jugador de Gijón estaba demostrando. En el primer juego del partido, Carreño ya consiguió la primera rotura del partido, y con él ponía rumbo hacia un primer set en el que prácticamente rozó la perfección. Un nuevo "break" en el quinto juego del partido confirmaba quien mandaba el partido y Simón se veía con un pie fuera del torneo.
Simón tiro de experiencia para acabar imponiéndose en el partido.Sin embargo, en el segundo set las cosas comenzaron a cambiar. El jugador nacido en Niza empezó a jugar cada vez mejor, los contraataques que tanto daño han hecho siempre a sus rivales empezaron a hacer su aparición y dejó de su primer tanto para mantener su servicio. No parecía, a pesar de todo, que esto afectara demasiado a Carreño, ya que seguía manteniendo su saque con gran soltura, pero el primer despiste que tuvo en el sexto juego de la manga supuso una rotura que fue definitiva en el desenlace final del set.
Esto significaba que habría una batalla final en el tercer set, con dos jugadores que lo estaban dando todo en la pista. El partido se decidió en el único despiste que el asturiano tuvo en todo el set. Un primer juego en el que jugó demasiado relajado, y que Simón aprovechó para llevarse a su marcador. A pesar de todo, Carreño siguió luchando por el publico que le apoyaba, y en dos de los juegos al saque de Simón, llegó a disponer de bolas de rotura que empataban el marcador, pero no pudo aprovechar ninguna de ellas y Simón acabó llevándose el partido. En octavos de final, el francés se enfrentará al segundo favorito del torneo, el escocés Andy Murray.