Si hay una tenista que su ascenso está siendo meteórico en el circuito femenino WTA, esa está siendo la holandesa Kiki Bertens, una tenista que está accediendo a la gran mayoría de los torneos desde la fase previa, pero que cuando está en el cuadro principal consigue pelear como nadie ante las tenistas de gran élite mundial.
Hoy su victima ha sido la cabeza de serie número uno en el torneo alemán de Nurnberg, la italiana Roberta Vinci, a la que venció por 6-4 y 7-6 (4) en un encuentro que se alargó a la hora y 19 minutos de encuentro y que sirvió para que esta joven tenista accediese a los cuartos de final de este último torneo preparatorio para Roland Garros.
Kiki Bertens fue superior en los momentos importantes
La holandesa salió dispuesta a plantar cara a Vinci. Desde el primer momento se la vió muy concentrada al servicio, basando su juego en el mismo y construyendo sus jugadas de una manera muy incisiva, sin reparos para subir a la red, algo que hizo hasta en siete ocasiones. Kiki Bertens consiguió romperle el servicio de la tenista italiana en dos ocasiones, por una de la jugadora transalpina.
Más equilibrado estuvo el segundo parcial, en el que Bertens aprovechó la única bola de break de la que dispuso, pero pronto Vinci neutralizó sus últimas energías. La holandesa jugó a un gran nivel, y se erigió en una montaña demasiado alta para la meritoria italiana, que a pesar de estar lejos de su mejor momento, puso de manifiesto lo buena jugadora que es. 7-4 en el tie-break y partido finiquitado.
En cuartos de final, Kiki Bertens se medirá a la vencedora del encuentro que enfrenta a la japonesa Misaki Doi y la italiana Irina Falconi, en un encuentro donde la tenista asiática parte como principal favorita debido a que es la sexta cabeza de serie para llevarse el campeonato.