La pasada jornada Roland Garros abrió sus puertas en la 125º edición del torneo de tierra batida más importante del  circuito. Pero lo había hecho sin su rey, el nueve veces campeón del torneo e hijo predilecto de la ciudad de París, Rafael Nadal. El manacorí ha debutado en el segundo turno de la Suzanne Lenglen ante el cañonero Sam Groth. Un partido que ha dejado anonadado a todo espectador habitual del tenis por la facilidad con la que Nadal se ha desecho de su rival, y es que el resultado no podía ser más favorable: 6-1 6-1 y 6-1.

Nadal tuvo que "batallar" con la dificultad añadida que supone una primera ronda de un Grand Slam. Como ya afirmó el jugador español, su cuadro es uno de los más difíciles en comparación con otros favoritos como Murray y Djokovic. Nadal deberá luchar cada bola desde el principio si quiere llegar lejos y conseguir la hazaña de conquistar su 10 Roland Garros en 12 años, pero para eso antes tuvo que superar a Sam Groth en un partido sin ritmo. Pero no fue por la efectividad al saque del australiano la que ocultó el espectaculo, sino su estrategia de no dar a Nadal ritmo. 

Un error  no forzado en el primer set Nadal

Desde el principio, Groth planteó un partido frío donde su contundencia con el saque y la volea llevarían a Nadal a tener que esforzarse más de la cuenta para desequilibrar la balanza a su favor. Pero en tres juegos, Nadal quebró esa estrategia y puso la directa para llevarse un set en el que solo cometió un error no forzado. Sam Groth no entendía lo que estaba pasando, no le entraba el saque y cuando le entraba Nadal le hacía un passing, la volea tampoco le funcionó y su juego de fondo brilló por su ausencia. 

Sam Groth denotó que es un jugador hecho y preparado para pistas rápidas y para la hierba. Su balance en tierra batida es paupérrimo, ya que no supera la cinco victorias en su carrera profesional sobre el polvo de arcilla. Otro factor que coartó al australiano de mostrar su mejor nivel fue el enorme respeto que infunde Rafa Nadal, y más cuando juegas contra él por primera vez y en tierra batida. 

La tónica de los dos siguientes sets no varió en exceso con respecto al primero. Nadal mantuvo la concentración en todo momento y estuvo muy fiable al saque, único aspecto estadístico en el que salió perdiendo (10 aces Groth vs. 1 Nadal). En el cuarto juego de la segunda manga, Groth cedió su saque después de modificar ligeramente la táctica y jugar más en el fondo de pista. Otro intento fallido del australiano. A partir de ahí, el australiano se limitó a intentar disfrutar y contemplar la leyenda tenística que tenía al otro lado de la red. En diversas ocasiones se escuchó: "too good" (demasiado bueno), haciendo referencia al juego del español. 

Fue un partido bastante aburrido porque los intercambios largos apenas existieron, de hecho, el rallie más largo duró 15 golpes y fue a parar del lado de Nadal. Con dos sets en el bolsillo y 4-1 en el tercer set, Nadal se permitió el lujo de dejar el que seguramente será el golpe de la jornada, un passing shot tras un willy (golpe por debajo de las piernas). En hora y 22 minutos, Nadal cerró su debut y espera rival, que saldrá del encuentro entre Bagnis y De Schepper