Después de caer en la segunda ronda del Mutua Madrid Open y sucumbir en las semifinales del Premier Mandatory de Roma la importancia del evento al que se tenía que enfrentar la hispano-venezolana subía en París. En su camino en el torneo parisino aparecía en primera ronda la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova a quien conseguía imponerse en tres parciales antes de tener que batallar con la francesa Myrtille Georges, a quien conseguía vencer por 6-2 y 6-0, mucho más fácil de lo previsto en un primer momento y sellando así su billete para la tercera ronda de Roland Garros, teniendo como mejor resultado en el segundo Grand Slam del año dos cuartos de final.
"En chicas todo el mundo se ve capaz de ganar a la uno o la dos del mundo"
Le tocaba batallar contra una tenista local en Roland Garros, por lo que Muguruza saltó concentrada a pista para terminar haciendo sucumbir a Georges con el poderío de sus golpes. "Desde pequeña me gusta que haya gente, que haya ambiente tenístico; me gusta cuando la gente se mete en el partido, formar parte del ‘show’, es cuando más te motivas, me ha ayudado que ella creo que se ha puesto un poco nerviosa. Las primeras rondas son siempre las más complicadas, hay que trabajar para ganar, a todas nos gustaría empezar en semifinales, pero hay que ganarse esa plaza, a los chicos cuando les toca contra un Djokovic se hunden, en chicas todo el mundo se ve capaz de ganar a la uno o la dos del mundo", comentó ante los medios de comunicación.
Para terminar, Garbiñe Muguruza no dudó en tratar los problemas que se están produciendo en Venezuela, además de pensar en la posibilidad de estar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. "Conchita Martínez ya ha hablado con todos nosotros y nos ha preguntado qué pensamos y queremos, pero ahora se trata de su decisión, en definitiva. Leo lo que pasa en Venezuela, es difícil lo que está pasando, ninguna noticia es bonita de las que leo, nada de lo que pasa es agradable, yo no puedo hacer nada, ojalá mejore, porque es un horror", concluyó.