Otra más. Una de esas más necesarias que brillantes, de las que no se recordarán a final de año pero que suman y mucho. Los Grand Slam no solo se ganan en finales y esplendorosos partidos contra los mejores, sino también resolviendo sin problemas los compromisos de la siempre incómoda primera semana de estos torneos. Djokovic no se lleva sorpresas, sabe gestionar las energías y no se obceca por no jugar del todo bien en estas rondas iniciales. El objetivo no es otro que el de ir rodándose y vencer, algo que parece ya algo inherente al serbio.
Se percibe cierta ansiedad en el juego de un Novak que tienen ante sí el mayor reto al que puede enfrentarse como jugador de tenis. Roland Garros puede pasar de ser un anhelo a una obsesión, si el serbio pasa otro año más sin ganarlo, por lo que estos partidos tienen cierto riesgos. Darcis tuvo una digna actuación pero poco pudo hacer cuando Djokovic decidió que era el momento.
Djokovic subió el nivel cuando lo necesitó
Tensión, relajación y...victoria. Esta fue la secuencia de lo hecho por Novak Djokovic en el primer y tercer set de su encuentro ante Darcis, que fue una mera marioneta en manos del serbio. El belga era consciente de que el resultado final no dependía solo de él, sino de que Djokovic tuviera muy mal día. No le perdió la cara al partido en ningún momento el bueno de Steve, que ya sabe lo que es ganar a un favorito en un Grand Slam, al hacerlo ante Nadal en Wimbledon 2014.
Esta vez no sería así, y es que Novak supo cuándo era preciso activarse de piernas y agarrarse a la pista. Tomó ventaja rápidamente en el marcador el serbio, pero bajó la intensidad y Darcis estuvo preparado para equilibrar el encuentro. En el duodécimo juego, el belga desaprovechó la oportunidad de llegar al tiebreak, y lo hizo debido al aura ganadora que desprende el de Belgrado.
Djokovic ofreció su mejor versión en el segundo set
El segundo parcial fue en el que se vio a un Djokovic más serio. No dio ni una sola oportunidad de break al belga, practicando un juego práctico y por momentos brillante. Hizo otro break en el inicio del tercer set, pero con 2-0 para él se volvió a relajar. Darcis demostró una magnífica actitud y volvió a equilibrar el encuentro, pero Novak apretó los dientes y pudo cerrar el partido en tres mangas. No es un encuentro representativo de lo que pueda hacer el serbio, pero sí pone de manifiesto sus ganas por evolucionar e ir jugando mejor progresivamente. Ante su siguiente rival, Aljaz Bedene, podrá seguir permitiéndose ciertas licencias aunque habrá de tener cuidado para no verse en situaciones como las de Andy Murray en sus dos primeros partidos.