El paso adelante dado por los jugadores de la nueva generación sigue confirmándose en esta edición de Roland Garros.  Con Kyrgios ya plantado en la ronda de dieciseisavos, otras tres grandes promesas del tenis solventaron sus compromisos: David Goffin, Alex Zverev y Borna Coric.  Los tres tuvieron rivales muy incómodos al otro lado de la red, pero demostraron por qué vienen completando una magnífica temporada sobre polvo de ladrillo.

David Goffin, el más formado

David Goffin ha explotado esta temporada.  Su fantástico potencial ha salido por fin a relucir, y está consiguiendo resultados increíbles en los grandes torneos.  Mayor, y más fogueado y hecho que el resto de jóvenes, el belga aspira a hacer algo grande en esta edición del abierto francés.

Sobre la pista se enfrentó a Carlos Berlocq, en un partido trampa: David partía como claro favorito, pero el argentino es un tenista correoso y duro, que siempre sube su nivel en pistas de polvo de ladrillo.  La lucha de Berlocq se prolongó hasta el final del primer parcial, donde Goffin por fin consiguió abrir brecha y dominar el juego, siempre apoyado en su fantástica derecha, que le proporciona potencia y dominio sin renunciar al control.  El partido se resolvió finalmente por 7-5/6-1/6-4, y en la siguiente ronda se enfrentará a Nicolás Almagro.

          Zverev sigue      en la brecha      El joven alemán Alexander Zverev sigue asombrando a propios y extraños con su irrupción esta temporada.  Ha completado una gran gira en tierra batida, y llegaba a Roland Garros pleno de confianza.  Al otro lado de la red le esperaba el tenista local Stephane Robert, que parece estar viviendo una segunda juventud en cuanto a nivel tenístico. 

El tenista germano no se amedrentó ante un ambiente desfavorable, en el que la mayoría de asistentes al partido apoyaban al francés.  Supo sufrir en los momentos más duros, e impuso su tenis desde el fondo de la pista para acabar cansando al veterano Robert.  Zverev terminó de forma convincente, ganando el partido por 6-1/3-6/6-1/6-4 para llegar a dieciseisavos, donde sus caminos se cruzarán nada menos que  con Dominic Thiem, en una reedición de la final del torneo de Niza.

Coric, ante el rival más duro Borna Coric, por su parte, tuvo que hacer frente por la tarde al rival más complicado de los tres, Bernard Tomic.  El australiano es un jugador anárquico e inconstante, pero muy peligroso por la calidad que atesora.  El joven croata tendría que mantenerse en el partido y no bajar la guardia en ningún momento si quería hacerse con la victoria, y estuvo a la altura del reto.

Tras un primer set decepcionante, Borna supo rehacerse y tirar de mentalidad para dar la vuelta al partido, dominando cada vez más desde el fondo con sus golpes, que tanto recuerdan en estilo a los del número uno del mundo.  El partido, muy disputado y con opciones para ambos, finalizó con un marcador de 3-6/6-2/7-6(4)/7-6(6).  Coric deberá batirse el cobre en la siguiente ronda, donde tendrá que hacer frente a uno de los mejores jugadores del circuito sobre polvo de ladrillo, Roberto Bautista.  El castellonense se ha asentado entre los veinte mejores del mundo, y será un rival muy difícil de batir para el joven Borna.