Las semifinales de Roland Garros nos regaló un partido especial y muy esperado por los amantes de este deporte, donde pudimos ver al presente y al futuro del tenis en la misma pista. Dos estilos de juego muy diferentes pero con las mismas ganas e ilusión, nos dieron un espectáculo continuo. Grandes intercambios, golpes de maestro y recursos de genio fueron los protagonistas del encuentro.
Y es que el juego de Thiem es agresivo y lleno de talento, una derecha con mucha aceleración y un saque con mucho nervio son dos de las armas que definen su estilo y sin olvidarnos de su lucha y capacidad ganadora. Por el contrario, Novak sigue a su nivel, sólido por ambos lados y mostrando su gran saque cuando más lo necesita. Su poder mental y agilidad en pista son dos de sus grandes ventajas siendo la mayor diferencia respecto a sus rivales.
Un partido muy esperado
Fiel a su estilo de juego, Thiem saltó a la pista sin importarle quien era su rival al otro lado de la red y no especulo con su tenis. Pero el muro serbio no quería verse sorprendido y desde el comienzo del partido marcó la diferencia con un break en el segundo juego. La agresividad en los golpes del austriaco era espetacular y también de esperar, pero Novak contratacó aún mejor. Quizas le falte un poco más de paciencia el joven jugador para terminar los puntos, pero apesar del 6-2, el primer set estuvo muy disputado. Djokovic hizo de las suyas y con un tenis muy completo se llevó la primera manga.
A medida que el partido iba cogiendo color, Djokovic fue encontrandose más cómodo, y mientras tanto poco a poco iba sacando a relucir su gran repertorio de golpes. Thiem desesperado por no encontrar ningún hueco para sobreponerse a su rival, no tuvo otra opción que optar por arriesgados golpes desde el fondo de la pista que no le dieron ningún tipo de solución. Novak seguía a lo suyo y sin dar opciones consolidó el break conseguido y se colocó en el marcador con un claro resultado dejando casi senteciada la segunda manga. Thiem, apesar de la superioridad del serbio, continuaba a lo suyo y nos regaló puntos al alcance de muy pocos. Levantó al público de sus asientos quienes le dieron fuerzas para la tercera manga.
Thiem no es de esos que se rinde tan facilmente y luchó hasta el finalEn sus primeras semifinales de un torneo de estas caracteristicas, Thiem no se iba a rendir y con la ayuda del público comenzó el tercer set como un huracan, arroyando todo lo que se le ponía de por medio. Con tres juegos consecutivos magisrtrales, consiguió una ventaja de 3-0.
La superioridad en el juego de Thiem durante el comienzo del tercer set fue tal, que hizo reaccionar a Djokovic, que no se conformó sólo con igualar el partido, sino que encadenó hasta cinco juegos consecutivos. Inteligente y con paciencia, logró una vez más sobreponerse a las adversidades demostrando que es el número uno del planeta. Con más que algún otro apuro, fue capaz de cerrar el partido en tres mangas y meterse una vez más en la final del tal ansiado Roland Garros.
Djokovic se encuentra solamente a un paso de la gloria, esa Copa de los Mosqueteros que tanto ansía está a su alcance. El domingo será el día donde tendrá que hacer uso de su mejor tenis si quiere hacerse con el título. Su rival en la gran final será el vencedor del partido entre Stan Wawrinka y Andy Murray.