Al mismo tiempo que Novak Djokovic despachaba fácilmente al austríaco Dominic Thiem y se colaba en su cuarta final en París, Andy Murray y Stan Wawrinka saltaban a la pista central de la Philippe Chatrier en la segunda semifinal del cuadro masculino de Roland Garros. Ambos se habían visto las caras en quince ocasiones, con un balance de ocho victorias para el escocés y siete para el suizo, pero con el hándicap de que Murray no sabía lo que era vencer a Wawrinka desde Tokio 2012.
El escocés controló el partido y fue mucho más estable que su rivalTras un primer juego con su servicio que le costó diez minutos llevárselo, Murray comenzó a buscar las cosquillas a Wawrinka. Ya antes del primer descanso el escocés se puso por delante tras aprovechar una de las dos opciones de break que gozó en el tercer juego. Poco a poco Murray fue imponiendo su constancia ante un rival que sufre mucho cuando va por debajo en el marcador. El décimo juego fue clave en el desarrollo del partido. Murray disponía de su servicio (5-4) para cerrar el primer parcial.
En la anterior ronda el escocés ya tuvo su saque para hacerse con el primer y segundo set y finalmente no pudo cerrarlos. Ese pensamiento sobrevoló por la cabeza del nº 2 del mundo que sufrió lo indecible para cerrar el set. Tuvo que salvar hasta cuatro bolas de rotura y luchar también contra una grada deseosa de apoyar al vigente campeón. En cada una de esas situaciones Murray echó mano de su gran servicio y precisamente con otro buen primero el escocés se hacía con el set por 6-4 tras 55 minutos.
El escocés amplía su distancia en el segundo set
Tras ese final del primer set lleno de tensión, Wawrinka adoleció precisamente de ella en el segundo y Murray, muy concentrado, no dejó pasar la oportunidad. Con dos breaks, uno en el tercer juego y otro en el quinto y con una gran efectividad con su servicio, el escocés se hizo con la segunda manga por un claro 6-2 en sólo 27 minutos de juego. El actual campeón se encontraba ante una situación límite.
Wawrinka reacciona en el tercero pero Murray sentencia en el cuarto
La reacción del suizo llegó en el tercer set. Salvó su servicio en el tercer juego y eso le hizo coger confianza con ese golpe. Murray tampoco cedía, en sus primeros cuatro turnos con su servicio en este set solamente se le escapó un punto. Pero con 5-4 abajo el escocés notó la presión y tras desperdiciar un 40-15 cometió cuatro errores consecutivos, el último de ellos con su revés y de esta manera Wawrinka se hacía con el tercer set. El suizo, mirando hacia la granda, levantó los brazos con ímpetu y se disponía a obrar la remontada.
Es la primera victoria de Murray en tierra sobre Wawrinka Pero Murray, en su momento más complicado hasta ahora en el partido, mantuvo la calma y la concentración. El escocés frenó en seco a su rival desde el primer juego del cuarto set. Con el break inicial Murray volvió a tomas las riendas del partido a la vez que Wawrinka se desanimaba al ver que sus posibilidades de revalidar título en Parísse iban acabando. El escocés sabía que con una rotura tal vez no fuera suficiente y buscó con ahínco un segundo break que sentenciara definitivamente el choque. Ese break llegó en el séptimo juego, ayudado por los errores del suizo, cuyo estado anímico era ya nulo. Con 5-2 y servicio Murray redondeó su gran partido con una volea con la que certificaba su triunfo y su pase a su primera final en Roland Garros.
En dicha final, que tendrá lugar el domingo, se verá las caras con su bestia negra, el nº1 del mundo, el serbio Novak Djokovic, que busca completar de una vez por todas el Grand Slam con su primer título en París. El cara a cara es demoledor para el serbio, 23-10, pero el último partido se lo llevó el escocés, en la reciente final en Roma. Habrá que ver si Djokovic no se deja atrapar por los fantamas de sus anteriores finales aquí y si el escocés puede dar definitivamente el paso y pelear de tú tú ante el serbio.