Wimbledon 2016. David Ferrer: bicho malo nunca muere

El tenista español David Ferrer está de bajón, y es que a medida que ha pasado los meses ha caído en la clasificación mundial. Actualmente se encuentra en la decimoquinta posición del ranking ATP y con un principio de temporada bastante irregular. Tras haber ganado muchos torneos en 2015, parecía que este año podría ser muy bueno para el veterano jugador español, ha ocurrido todo lo contrario. Lo máximo que ha alcanzado ha sido las semifinales del Abierto de Argentina.

"Soy el peor top 100 de la historia", "soy el más flojo del top 10" o "como mucho, el primero de los humanos". Así se define a sí mismo un Ferru que, si destaca dentro de las pistas, fuera lo hace con tanta o más fuerza. Su humildad, su entrega y su capacidad de sacrificio y superación son las bases en las que durante muchos años ha ostentado el puesto número cinco del ranking ATP, siempre a la sombra de los cuatro grandes, que han impedido que su ya de por sí vasto palmarés sea aún más granado y vistoso.

Wimbledon para ahogar los problemas

Si hay un Grand Slam que se le atraganta al jugador español ese no es otro que el torneo emblema de hierba, es decir, Wimbledon.

David Ferrer ha llegado como muy lejos a cuartos de final de este Grand Slam, en dicha ronda fue derrotado en el año 2012 ante el ídolo local, el británico Andy Murray y en 2013 ante el jugador argentino Juan Martín del Potro.

A pesar de que el jugador español ha admitido hasta en varias ocasiones que la hierba es su peor superficie y donde peor se le da, el de Jávea,  ha conseguido ganar dos títulos sobre esta superficie en el año 2008 y 2012, concretamente consiguiendo el título en s-Hertogenbosch. La suerte y el estado de forma no acompañaba al jugador español que veía como año tras año no conseguía encontrar su buen juego en tierras inglesas.