A pesar de que el jugador español ha admitido hasta en varias ocasiones que la hierba es su peor superficie y donde peor se le da, el de Jávea, ha conseguido ganar dos títulos sobre esta superficie en el año 2008 y 2012, concretamente consiguiendo el título en s-Hertogenbosch. En Wimbledon sus mejores resultados han llegado en 2012 y 2013, cuando llegó hasta los cuartos de final, ronda que espera superar en la presente temporada, año en el que ha comenzado debutando con comodidad frente al israelí Dudi Sela, al que se impuso por 6-2, 6-1, 6-1 en tan solo una hora y catorce minutos de partido, algo muy importante a la hora de pensar en un torneo de dos semanas de duración, pensando ya en su próximo escollo en el All England Club, el ganador del duelo entre el francés Nicolas Mahut y el británico Brydan Klein.
"En hierba se iguala todo mucho más, por la importancia del saque, hoy en día en hierba también se puede jugar bien"
Más allá de mirar el resultado en sí del partido, Ferrer valora al completo el encuentro, teniendo en cuenta sobre todo el hecho de haberse medido hace un par de semanas a Dudi Sela, tenista al que tenía controlado a la perfección para evitar sobresaltos. "Lo importante es que me he encontrado consistente y regular, y eso es algo que en primera ronda nunca es fácil, me sentí bien, jugué hace dos semanas con Sela y sabía por dónde atacar", comentó ante los medios de comunicación.
Para terminar, David Ferrer ni mucho menos está acostumbrado a jugar sobre hierba, superficie en la que no esconde que las fuerzas entre los tenistas se igualan y es más complicado poder derrotar a los adversarios con facilidad. "En hierba se iguala todo mucho más, por la importancia del saque, hoy en día en hierba también se puede jugar bien, de fondo si restas bien también tienes esas opciones. Hay que jugar más agresivo, es más difícil defender, hacer contrapié... es cierto que al jugador dos torneos los movimientos los tienes un poco más adaptados", concluyó.