Gran Bretaña no echó de menos a Andy Murray. El vigente campeón ya está en semifinales de la Copa Davis tras el triunfo de Kyle Edmund, que ha demostrado con creces por qué es considerado como la gran esperanza del tenis británico en el futuro, ante el serbio Dusan Lajovic en el duelo de números uno que abría la jornada en el Tasmajdan Stadium de Belgrado. Un choque que Edmund dominó en su totalidad y que sólo vio peligrar en el tramo final del tercer set.
El británico consiguió 39 golpes ganadores, 27 de ellos con su derechaCon su eficaz servicio y su espectacular derecha, Edmund se puso rápidamente por delante logrando su primer break en el sexto juego. La táctica de Lajovic, jugar bola altas tanto a la derecha como al revés de Edmund, no daba resultado y el británico se llevó el primer parcial por 6-3.
Edmund mantiene la iniciativa y cierra la eliminatoria
No cambió mucho la situación en el segundo set. Lajovic lo intentaba pero no conseguía desbordar a su rival, que por su parte, seguía sumando golpes ganadores con su drive con facilidad. El marcador se mantuvo equilibrado hasta el séptimo juego. Ahí Edmund volvió a presionar con su derecha y quebró por segunda vez en el partido el servicio de Lajovic, una rotura que sería suficiente para llevarse también el segundo parcial por 6-4.
Es la segunda semifinal consecutiva de Copa Davis para Gran Bretaña desde 1981Con dos sets a cero de ventaja el británico buscó una nueva rotura que le acercara aún más a la victoria. Estuvo cerca de lograrla en el quinto juego donde dispuso de una bola de break que Lajovic salvó con una gran volea de revés pero en el séptimo juego el serbio volvió a claudicar con su servicio dejando a su rival a sólo dos juegos de la victoria.
Pero llegó el momento de sacar para ganar el encuentro y eso siempre cuesta y más a un jugador tan joven como Edmund. El británico ni siquiera pudo disponer de bola de partido y vio cómo su rival le quebraba el servicio por vez primera en el partido. Los siguientes minutos fueron los más duros para Edmund, que tuvo que emplearse a fondo para aguantar en un set que poco antes tenía en la mano. Lajovic, ayudado por la grada local, se creció y estuvo muy cerca de forzar el cuarto parcial al disponer de dos bolas de set con 6-5 al resto. Edmund logró salvar esa delicada situación y forzó el desempate. En la muerte súbita el británico dio muestras de su entereza y remontó un 4-2 adverso para finalmente llevárselo por 7-5 tras un par de errores con el revés de Lajovic.
La alegría de Edmund, que se tiró al suelo para celebrar la victoria, contrastó con la decepción de Dusan Lajovic que al igual que en el quinto punto de la final de 2013 ante Radek Stepanek no fue capaz soportar la presión de ser en esta ocasión el número uno de su país. Con este triunfo Gran Bretaña demuestra que puede llevar con garantías la ausencia de su mejor jugador, Andy Murray, y se planta en unas semifinales que jugará en casa frente a Argentina, que doblegó también por 3-1 a la selección italiana. Probablemente en la siguiente eliminatoria cuenten de nuevo con Murray, pero ya han puesto en evidencia que no sólo son Andy Murray y tres más.