No está siendo un mal año para la jugadora canaria, pero se le han escapado partidos que recordará mucho tiempo, en los que parecía predestinada a la victoria. Tras un irregular 2015, Carla está rindiendo a un tono más monocorde a pesar de los muchos imprevistos que le han surgido en forma de lesiones y pequeños problemas de salud. Éstos han impedido que alcanzara su máximo nivel con más facilidad, y redujo su confianza, algo palpable en partidos importantes.
No hay rival fácil para Carla cuando está tan falta de solidez al saque como en los últimos tiempos, y lo que es más grave, dubitativa en los momentos cumbre y falta de garra. Se le escapó un partido clave en Roland Garros ante Putintseva donde rindió por debajo de su nivel, al igual que le ocurrió frente a Venus en Wimbledon. En el paso previo a los Juegos Olímpicos, la española no ha podido reencontrarse con su mejor versión.
Kucova aprovechó la displicencia de Carla
Jugando a su nivel, la canaria nunca debería haber perdido este partido. Ni siquiera en la primera manga puede decirse que Carla jugara bien, y se la llevó más por la falta de mordiente de la eslovaca que por sus propios méritos. Procedente de la fase previa, Kucova se fue viendo con más opciones a medida que avanzaba el partido, y supo aprovechar la lentitud de piernas y pesadez de cabeza de la española.
La española cometió ocho dobles faltas y pecó de lentitud de piernas en los momentos cumbre
Lo hizo en el segundo y tercer set, en los que se repuso de una desventaja de break. El hecho de que Carla desperdiciara estas ventajas pone de manifiesto la falta de contundencia en su juego, y de carácter ganador en su mente. Lo pagó muy caro, dando alas a una Kucova que fue imparable con viento a favor. La siguiente rival de la centroeuropea saldrá del duelo entre Cibulkova y Bouchard.
Por su parte, Carla Suárez habrá de cambiar mucho su juego y actitud para poder competir por algo grande en los Juegos Olímpicos. Viajará próximamente a Río de Janeiro para aclimatarse a las condiciones de la ciudad olímpica, y poder ser candidata a presea no solo en el cuadro individual, sino también en el dobles e incluso en el mixtos.