Hoy jueves no llovió en Río pero eso no hizo que mejoraran las condiciones climatológicas. El fuerte viento fue lo que caracterizó el encuentro entre  Andy Murray y Fabio Fognini, correspondiente a los octavos de final del cuadro individual olímpico de tenis. El británico, actual defensor del cetro olímpico, solventó sus primeras dudas en un choque que fue un auténtico sube y baja en los dos últimos sets.

Muchos errores por parte de ambos, 48 de Fognini y 37 de MurrayEn un principio Murray fue el que se adaptó mejor a las condiciones de la pista, Fognini, al contrario. El italiano, que tiene una auténtica montaña rusa en su cabeza, no quiso saber nada del partido en este primer parcial en el cual comenzó con una desventaja de   5-0 merced a sus continuos errores desde el fondo. Sin tener que forzar la marcha, Murray se hizo con el primer set por 6-1 en 29 minutos de juego.

Pájara de Murray en el segundo set

El inicio de la segunda manga no hacía presagiar lo que iba a pasar poco después. Antes del primer descanso del set Murray ya tenía un break de ventaja (2-1) y parecía tener totalmente controlado a su rival.

En el segundo set Murray sólo logró ganar un 30% de sus primeros saques​Pero nada más lejos de la realidad. Aunque muchas veces el británico se despista mentalmente, en estos últimos tres meses no había dado esos síntomas de flaqueza mental. Pero hoy volvieron a aparecer. El nº2 del mundo desapareció de la pista y encajó cinco juegos seguidos para sorpresa de un público que no entendía lo que estaba pasando. Fognini, en cambio, se creció y aprovechó el regalo de Murray para hacerse con el segundo set por 6-2 y llevó el encuentro al set decisivo.

El británico reacciona y se lleva el encuentro

Murray se encontraba ahogado mentalmente. No encontraba solución alguna para cambiar la inercia del partido, lo que hizo que cuenta de juegos consecutivos encajados se elevara a ocho (3-0). Pero ya se sabe que el escocés siempre tiene un as bajo la manga en momentos de presión. Y en esta ocasión tampoco fue diferente. 

Con ayuda del público y especialmente de los errores no forzados de un Fognini al que le tembló el pulso al tener tan cerca la victoria, Murray vio la luz y se llevó lo siguientes seis juegos de manera consecutiva para cerrar un partido que nunca debió alargarse de tal manera. 

Tras esta agónica victoria, el británico se medirá al estadounidense Steve Johnson para estar presente en su segunda semifinal olímpica consecutiva. Muchas veces un partido como el que ha solventado Murray hoy hace más fuerte mentalmente al jugador. Habrá que ver cómo influye en el británico.