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Wawrinka ante el imposible

El suizo remonta un partido que tenía totalmente perdido y se gana el derecho a retar a Rafa en la gran final.

Wawrinka ante el imposible
Wawrinka está a un paso de la gloria. (Foto: Sport1).
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Por Manuel F. Cartón

Stanislas Wawrinka será el rival de Rafael Nadal en la final del Mutua Madrid Open. El tenista helvético ha completado esta tarde de sábado la última etapa de su durísimo camino en la capital de España ante Berdych -antes cayeron Dimitrov o Tsonga-, al que ganó un durísimo encuentro por un total de 6-3, 4-6 y 6-4, consiguiendo así el acceso a la segunda final de Masters 1000 de su carrera.

El partido comenzó con un ritmo trepidante. A base de golpes ganadores uno y otro facturaban sus saques con velocidad, aunque en los primeros actos se rompió el dominio de los servicios con un quiebre de Wawrinka, que aunque con algunos problemas en los juegos finales logró mantener para llevarse un primer set en el que el checo mereció correr mejor suerte o, al menos, llevar la manga a un final más apretado.

En el segundo set se repitió el guión casi al pie de la letra, al sucederse los ocho primeros juegos sin demasiados sobresaltos. Era Berdych quien más amenazaba, aprovechando el bajo porcentaje de primeros saques con el que jugaba Wawrinka -apenas un 42% a lo largo de este parcial- pero no logró concretar su dominio hasta sucedidos varios juegos, momento en que encontró el break que buscaba, y merced al cual igualaba el partido con merecimiento, tras sumar hasta ocho puntos más que su adversario. 

El cansancio empezaba a hacer mella en un Wawrinka que llegaba a esta cita tras dos encuentros dirimidos en tres mangas -ante Dimitrov el jueves y con Tsonga el viernes-, y Berdych no bajaba el pistón. Como una moto el checo, que estaba segurísimo con el primer saque -8 aces y 43/52 puntos ganados-, barrió por momentos de la pista al suizo y acarició la final con 4-2 y 15-40 al resto, momento en el que desapareció de la pista. Stan se creció sin nada que perder, sacó su saque y firmó otros tres juegos consecutivos más, para voltear el partido ante la desesperación de un Berdych impotente, que tras más de hora y media jugando a un nivel fabuloso perdió la paciencia, la magia y una ocasión de oro.

Wawrinka accedía así a la final del Masters 1000 de Madrid, donde le espera su bestia negra: Rafa Nadal. El suizo, en ocho encuentros previos, no sabe lo que es ganarle un solo set al actual número 5 del mundo y ha perdido la única final de Masters 1000 disputada hasta la fecha -Roma 2008 ante Novak Djokovic- por lo que los pronósticos no son nada halagüeños para un tenista que, además, acumula 9 partidos en once días, 9 sets en los tres últimos y que ha jugado casi toda la semana en horario nocturno, cuando la final se disputará a las 16:00 horas. Parece imposible para Wawrinka, pero su revés y su valentía son una carta de presentación a temer por cualquiera. Incluso por el más grande de todos los tiempos en tierra batida.