Rafael Nadal disputará la final del Torneo de Maestros. El manacorí, primer tenista en clasificarse para el evento londinense que clausura el año tenístico para la ATP -Davis aparte-, ha demostrado estar en su mejor forma en este rush final de temporada y se ha impuesto a Roger Federer por 7-5 y 6-3. Le bastó con una hora y veinte minutos para definir un encuentro en que el suizo trató de dominar, pero no pudo con un Nadal serio, consistente en el fondo, agresivo cuando todó y, sobre todo, certero en los momentos importantes.
El partido comenzó con Federer dictando el ritmo de la contienda. A la velocidad de la luz empezó el helvético, que sabía que prácticamente todas sus opciones de victoria pasaban por un encuentro discutido en puntos cortos y rápidos. Rafa no encontraba la manera de hacer daño desde el resto, pero a cambio se mostró contundente con su servicio en los primeros compases, donde los juegos subían al marcador de los sacadores sin ningún problema.
En el noveno juego, Federer cedió su saque y la balanza empezó a desequilibrarseEn el ecuador de la manga Federer trató de asestar un golpe al set. Apretó desde el resto y llegó a disponer, aunque no consecutivas, de tres bolas de break. Todas perdidas, y no por fallos suyos sino por la valentía de un Rafa que jugó como los ángeles los puntos más importantes, empezando a insinuar lo que teminaría pasando. Solventado el apuro, ambos volvieron a servir con facilidad hasta el noveno juego, donde empezaron a invertirse los papeles, tendencia que ya no cambiaría. Nadal, en un juego en que Federer apenas metió primeros servicios en pista, buscó las cosquillas del suizo, que estuvo especialmente fallón y poco menos que regaló el primer quiebre del partido.
Navegaba con soltura a estas alturas Rafa, pero el set no estaba ni mucho menos acabado. Despojado de la presión, Federer soltó el brazo y aprovechó que el balear se puso a jugar demasiado lejos de la línea de fondo para restablecer la igualdad con la consiguiente algarabía del respetuoso público británico, entregado para con el centroeuropeo. Sin embargo, poco le duró la alegría. Demasiado acelerado para bien y para mal, dio la de arena al instante. Nuevamente cedía su servicio, y Rafa perdona una vez pero no dos. El número 1 mundial firmó su saque en blanco y conquistaba el primer set, garantía de éxito para alguien que ha ganado 61 de los 62 partidos del curso en que se llevó la manga inicial.
Rafa ya no iba a parar
Federer se quedaba sin margen de error. A ello se sumaba el cansancio acumulado tras derrotar ayer mismo a Del Potro en tres sets, y decidió irse con alegría a por la remontada. Siguió el esquema planteado desde el inicio al pie de la letra, y no dudó en acometer todos los riesgos que fuera necesario. Nuevamente aguantó en los primeros compases aferrado a su saque, pero otra vez terminaría hincando la rodilla, ahora antes del ecuador. Fue en el quinto juego, cuando no pudo sujetar sus nervios y dejó tirar demasiado a Rafa con una derecha que hoy corrió y castigó, tanto con el liftado cuando viajó más plano.
Nadal, con la lección aprendida del primer set, no quiso ya que se le fuera la ventaja adquirida. Y aunque sufrió al jugar con unos esquemas demasiado rígidos, como su táctica de servir siempre hacia el revés del suizo, salvó la papeleta. Porque Federer era terriblemente irregular: tan capaz de soltar un resto cruzado a la línea como de no lograr devolver al otro lado del campo los tímidos segundo servicios del balear.
Nadal sellaba con su pase todo un hito para el tenis españolAsí, ya no es que el 'campeón de la Liga' como se proclamaba el propio Rafa entre bromas en rueda de prensa el pasado viernes no sufriera, sino que además logró certificar la victoria al resto con un punto que resumió a la perfección el encuentro: saque abierto de Roger que sube a la red, resto a los pies del manacorí y la volea del de Basilea se va larga. Valentía suicida del suizo, practicidad del rey de la tierra batida que ahora busca bajo techo la más lustrosa de las pocas coronas que no lucen aún en su palmarés.
Su rival en la final será previsiblemente el serbio Novak Djokovic, ante el que podría así vivir un nuevo capítulo en la ya más repetida rivalidad de la historia del tenis. Para ello el serbio, que hasta ahora ha jugado a medio gas en Londres, deberá derrotar al siempre pujante y agresivo Stanislas Wawrinka. Nadal se une así a Fernando Verdasco y David Marrero, finalistas tras ganar esta mañana su semifinal correspondiente, lo que es un hito para la 'Armada': primera ocasión en que España cuenta con representación en la final de ambas disciplinas en la Copa de Maestros.