Lleyton Hewitt disputará mañana su primera final en Brisbane. El tenista “Aussie”, remontó una vez más, y tras dos horas y media de partido, certifico su pase a la final. Delante tuvo a un rocoso Kei Nishikori, que luchó hasta el último punto pero no fue capaz de ganar el encuentro. El japonés cedió en un ajustado 5-7 6-4 6-3.
El partido empezó muy igualado. Ambos tenistas aguantaban sus respectivos servicios, salvando algún que otro punto de rotura. Llegábamos al 5-5 y el australiano se colocaba 40-0. Cuando parecía que Hewitt tenía la muerte súbita asegurada, el japonés peleó el juego y tras varias oportunidades, consiguió el quiebre que iba a ser definitivo, para adjudicarse la primera manga. Nishikori no tuvo problemas al servicio en el duodécimo juego de partido, y de esta manera consiguió el primer set por 7-5.
El segundo set, siguió la misma tónica que el primero. La igualdad se mantuvo hasta el 4-4. Después de salvar dos puntos de break, Lleyton ganó su servicio, y consiguió cerrar el set al resto en el décimo juego, después de haber desperdiciado anteriormente, 7 puntos de rotura, en un larguísimo sexto juego del partido.
El encuentro iba a definirse en un tercer y definitivo set que se presentaba apasionante. La grada estaba volcada completamente con el jugador local. Hewitt empezó como una moto, y tras anotarse su servició, consiguió la rotura en el primer saque de Nishikori, que le colocó 2-0. A partir de este momento, el australiano siguió a un altísimo nivel durante todo el set, y consiguió cerrar el partido con un 6-3 a favor. El japonés no tuvo opciones en el último set. No tuvo ni una sola opción de quiebre y fue superado por un Lleyton Hewitt, que mañana soñara con ser el nuevo campeón de Brisbane.
Federer sufrió más de lo previsto, pero estará en la final
El suizo tuvo que batallar durante 2 horas para asegurar su presencia en la final. Jeremy Chardy no le puso las cosas fáciles, y Roger tuvo que sufrir para conseguir el 6-3 6-7 (3) y 6-3 final.
El primer set empezó con un Federer muy sólido, siguiendo el guión de los últimos encuentros. Una rotura fue suficiente para el de Basilea, en una primera manga en la que el francés apenas intimidó y tampoco tuvo ninguna opción de quiebre.
Parecía que Roger tenía el partido encarrilado y que la victoria iba a llegar sin dificultades. Pero Chardy se puso el mono de trabajo y reaccionó hasta llegar al 6-6 sin ningún punto de break. En la muerte súbita, el séptimo cabeza de serie fue superior y se impuso por 7-3.
La segunda semifinal también se iba a decidir en el tercer set. Los dos tenistas mantenían sus servicios sin grandes problemas hasta llegar al octavo juego de la manga, donde Federer consiguió la rotura. Con 5-3 a favor y saque, el número 6 del mundo no tuvo problemas en cerrar el que fue un igualadísimo partido, que se decidió con solamente dos roturas.
La final soñada
Mañana se disputará en Brisbane, la final soñada por la organización entre el gran favorito, Roger Federer, y el ídolo local, Lleyton Hewitt. Será el encuentro número 27 entre ambos. En precedentes anteriores, Federer tiene un balance de 18 a 8 encuentros favorable. Aunque el pupilo de Stefan Edberg, aun tiene la espina clavada de la derrota en la última final que disputaron en Halle (2010).