Rafael Nadal se clasificó esta mañana española para los cuartos de final del Open de Australia, ronda a la que desde 2005, cuando cayó en octavos de final ante el local Lleyton Hewitt, solo ha faltado por lesión -2006 y 2013-. Sin embargo, la cara del tenista en la rueda de prensa no era la más alegre. La llaga que viene arrastrando en su mano izquierda, causada por el excesivo sudor y las tremendas condiciones climáticas de Melbourne, ha ido empeorando hasta el punto de dejarle buena parte de la palma en carne viva.

"Con la mano vendada no siento igual la bola"Por este motivo, el balear se mostraba más que preocupado en su comparecencia ante los medios de comunicación. "Es doloroso sin cubrir. Cubrirlo es sencillo, pero me dificulta sentir la bola y la raqueta en el golpeo", declaraba. El principal enemigo de Nadal es el tiempo, tal y como explicaba a continuación: "Para que la piel se recuperase necesitaría unos cinco días, pero juego pasado mañana y también tengo que entrenar", comentaba sobre la imposibilidad de tomarse el descanso necesario para recuperar su mano.


Rafa, mientras era atendido por el fisioterapeuta del torneo. (Fofo: AFP).

El número 1 mundial dijo tener, tal y como se pudo apreciar en la retransmisión televisiva -tuvo que ser atendido al respecto de la llaga-, la zona "en carne viva", algo que los médicos tratarán de remediar contrarreloj en la medida de lo posible. "Hay que prevenir y tratar la zona con todo lo posible porque mi torneo está en peligro", reconocía el jugador, a quien no le quedará más remedio que asumir una solución que no es de su agrado. "No creo que pueda jugar sin vendaje. Me molestará y perderé sensibilidad en el golpeo, pero no es algo que me vaya a hacer ganar o perder", continuaba sin querer poner excusas de cara a su rendimiento futuro.

Contento pese a todo

Olvidando la lesión, Nadal afirmó estar muy contento por su clasificación, más tras los problemas en que le puso Kei Nishikori pese a no lograr anotarse ni un set: "Estoy muy feliz de haber alcanzado los cuartos de final tras no haber jugado el año pasado", afirmaba un Rafa que no quiso dejar pasar la ocasión de felicitar a su rival. "Pega muy pronto a la bola con una gran facilidad, lo que me hacía recibir bolas rápidas y no me dejaba coger pista", analizaba sobre el encuentro.

En cuanto a su rival en cuartos de final, Grigor Dimitrov, afirmó que se trata de "una de las estrellas del futuro", alabando su calidad técnica. "Tiene todo para ser un grande si es que no lo es ya", reconocía Rafa, que destacó algunos de sus puntos fuertes. "Tiene un revés cortado espectacular", concluía.