Garbiñe Muguruza sigue creciendo a pasos agigantados. Desde su reaparición en el circuito esta temporada tras la grave lesión de tobillo que le obligó a dejar las pistas, prácticamente, media temporada, la tenista hispano-venezolana está cuajando actuaciones más que notables contra rivales de entidad y futuro. Esta madrugada bajo un nuevo episodio de calor extremo de las antípodas australianas, Muguruza se volvió a exhibir, esta vez, ante la eslovaca Anna K. Schmiedlová (6-3, 6-3) en poco más de una hora de partido. La discípulo de Alejo Mancisidor, ganadora la pasada semana del torneo de Hobbart, entró en el partido concienciada de no dejar una sola posibilidad de victoria a una de las promesas del tenis femenino en el próximo lustro. Salvó al calor y salvó el agresivo juego de Schmiedlová para escaparse en el marcador durante la primera manga. Se llegó al 5-1 con relativa rapidez y Mugu dejó escapar la oportunidad de cerrar el primer set de una forma contundente. La ligera reacción de la tenista eslovaca -con dos roturas incluídas- maquilló el marcador pero la española cerró la primera manga de una forma magistral (6-3).

El guion en la segundo parcial varió ostensiblemente. Schmiedlová apretó y se marchó, rápidamente, 2-0 en el marcador. Con más de 40 grados sobre la pista, el calor comenzó a pasar factura como ya viene siendo habitual y, en esas condiciones, Mugu pareció sentirse más cómoda. Recuperó el servicio y rompió dos veces de forma consecutiva el de la joven eslovaca y el partido se rompió definitivamente (6-3). Una de las claves de mejora de Muguruza es, sin duda, su progresión en el servicio, especialmente, en el porcentaje de puntos ganados con el primer servicio. En primera ronda ante Kaia Kanepi fue del 70% y hoy ante Schmiedlová fue del 74%. Desde el resto ha mejorado también sus cifras y, en estas dos primeras rondas del Abierto de Australia, acumula un 11/20 en pelotas de rotura. Aprovechas, sobre todo, las situaciones de segundo servicio de sus rivales y juega, prácticamente, dentro de la pista desde el primer golpe. La mejora es visible y su tenis se acerca, de manera irrevocable, al top20. Su próximo compromiso será la rocosa danesa Caroline Wozniacki, décima favorita del torneo. 

Carla Suárez, 'in extremis' ante Voskoboeva

La tenista canaria se llevó el partido más emocionante, sin duda, de la jornada en el cuadro femenino. Carla Suárez se llevó la primera manga tras un parcial de lo más igualado que se decidió en la muerte súbita y gracias, sobre todo, a los momentos de acierto de la española, especialmente, con su revés. En el segundo parcial, su rival, la kazaja Galina Voskoboeva, se aprovechó de la falta de lucidez de Carla en el servicio (5 dobles faltas) para liquidar el set a su favor y llevar el partido a la definitiva tercera manga. Carla acusó el calor y su juego comenzó a fallar en los momentos clave a pesar de disponer de dos oportunidades de rotura en el juego inicial. Su despiste le valió un 3-0 en contra. El partido llegó hasta el 4-1 en favor de Voskoboeva. A partir de ese momento, la canaria logró reducir los 'cañonazos' de su rival (50 golpes ganadores) y sus porcentajes al servicio comenzaron a ascender exponencialmente. Llegó a igualar el marcador (5-5) y se alternaron hasta un total de tres pérdidas de servicio entre las dos jugadoras. Voskoboeva salió perdiendo y la garra de Carla le volvió a dar una victoria de un valor incalculable. En la próxima ronda, la española se enfrentará a Dominika Cibulkova