Eran las 2:35 de la madrugada en España y empezaba el gran partido de cuartos de final: la número 5 del ranking WTA, Agnieszka Radwanska y la defensora del título, Victoria Azarenka. Hacía poco tiempo que Cibulkova había derrotado a Halep y el público australiano esperaba impaciente el gran duelo de cuartos.
La polaca Radwanska, caracterizada por su juego defensivo y por ese golpe flexionando sus rodillas hasta que prácticamente toquen el suelo, no tuvo compasión de una Azarenka que llegaba a cuartos sin haber cedido un set.
Radwanska entró a la pista central del Melbourne Park concentrada y sabiendo cómo jugarle a Azarenka. La bielorrusa también entró sabiendo qué hacer para superar a Aga, pero vio que sería prácticamente imposible.
Empezó el set con una Radwanska esplendida. Maravillosa. La polaca, que no se distingue por ser enormemente rápida ni tener un golpe potentísimo, consiguió dos breaks en los dos primeros turnos de saque de Azarenka y pronto puso tierra de por medio. 5 a 0 en el primer set ante la defensora del título. Mejor imposible.
Azarenka se vio desbordada por Radwanska. A pesar de ello, consiguió cerrar su saque y llevarse el tanto del honor. Un honor que poco a poco iba desapareciendo. Sacó Radwanska en el séptimo juego para cerrar el primer parcial y, como era lógico, se lo apuntó. 6 a 1 para la polaca en apenas 30 minutos y camino despejado para pasar a semifinales.
El segundo set parecía que llevaría la misma tónica que el primero, pero Azarenka se aferró a su saque y no quería despedirse de Melbourne.
Hasta tres bolas de break tuvo que salvar la bielorrusa en el primer turno de saque. 1 a 0 y turno para Radwanska. En el siguiente juego, fue la polaca la que tuvo que salvar dos bolas de break. Comienzo titubeante de ambas jugadoras, inseguras. En el quinto juego y con 2 a 2 en el marcador, Radwanska consiguió romper el servicio de Azarenka y poner casi pie y medio en semifinales, pero Vica no quería irse. Consiguió lo que parecía imposible: romper el saque de Azarenka y en blanco. Todo igual en el marcador (3-3).
A partir del contrabreak de Azarenka, su aspecto cambió. Creía en la remontada y más después de que consiguiera romper de nuevo el servicio de Radwanska en el decimosegundo juego y empatar el partido a 1 set (6-1/5-7).
Se llegaba al último parcial con las espadas en alto. Con dos sets totalmente distintos. El primero un recital de Radwanska y el segundo con la pelea de Azarenka. Se preveía un set duro, competitivo y llevado al extremo. Pero no fue así.
El set definitivo tuvo el mismo guion que el primero. Una Agnieszka Radwanska perfecta. No tuvo rival la polaca. 6 juegos consecutivos, 3 breaks a favor y cerrar el partido con un set en blanco (6-0). Muy superior la número 5 del mundo, que acabó desquiciando a Azarenka.
Con esta victoria, Agnieszka Radwanska consigue romper el muro de los cuartos de final y accede a semifinales del Open de Australia. Su rival, la eslovaca Dominika Cibulkova, que derrotó a la joven Simona Halep (6-3/6-0) en un recital de la eslovaca.