Serial Derbis: La última victoria del Atlético ante el Real Madrid (1-3). Temporada 99/00

Hace poco más de doce años que el conjunto rojiblanco consiguió su último triunfo en el Estadio Santiago Bernabéu. Fue en la jornada 10 del Campeonato Nacional de Liga, disputada el 30 de octubre de 1999, en la temporada del descenso colchonero. El Atlético de Madrid venció por tres goles a uno a los merengues en un encuentro que empezó muy de cara para el equipo entrenado por John Benjamin Toshack. Fernando Morientes adelantó al Real Madrid, pero Hasselbaink y José Mari dieron la vuelta al partido.

Serial Derbis: La última victoria del Atlético ante el Real Madrid (1-3). Temporada 99/00
Hasselbaink fue la estrella del partido
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Por Fidel de la Fuente

No empezó bien el curso para el Atlético. Las dudas tanto sobre el campo como en los despachos eran patentes y se presagiaba un año difícil, en especial tras el mal inicio liguero de los colchoneros. Diez puntos en nueve jornadas colocaban al equipo dirigido por Claudio Ranieri en el 16º puesto de la clasificación. La situación del eterno rival no era mucho mejor, pues una serie de malos resultados, concretamente siete encuentros sin conocer la victoria, colocaban a los blancos en la novena plaza.

El derbi se autodefinió como un partido clave para, a priori, marcar las tendencias de los dos equipos. Comenzó mejor el Real Madrid, tanto es así que sólo se cumplieron ocho minutos de encuentro cuando llegó la primera oportunidad que los merengues no desaprovecharían. Una falta señalada por el colegiado malagueño López Nieto en la banda izquierda del ataque blanco sería el origen del primer gol. Centró Roberto Carlos al corazón del área para que Fernando Morientes rematase con un gran testarazo que introdujo el balón en las redes defendidas por Molina.

Con el 1-0 en el marcador todo se volvía más negro para el Atlético, pero no se arrugó. Tan sólo cuatro minutos más tarde, en el minuto 12, Aguilera robó un balón en el mediocampo a Guti y el lateral inició el contraataque. Un pase en profundidad por banda derecha al cañonero Jimmy Floyd Hasselbaink a la espalda de Julio César propició la ocasión. El delantero recortó hacia el interior ante la llegada de Iván Campo, plantándose completamente solo ante la salida de Bizarri y batiéndole con un disparo raso, poniendo así el empate en el electrónico.

Doce minutos de juego y ya se habían visto dos goles en el Santiago Bernabéu. El Atlético de Madrid continuó atacando, sin arrugarse en ningún momento ante el enemigo de la capital. Tanto es así que en el minuto 28 pudo adelantarse en el marcador. Un gran pase de Rubén Baraja desde la medular hacia la banda derecha dejaba a Aguilera en condiciones de centrar ya dentro del área. Prefirió tocarla atrás a la llegada de José Mari, quien a su vez se la dio a Hasselbaink para que la empujara, pero el surinamés la mandó fuera.

Juan Carlos Aguilera, uno de los mejores del Atlético, volvió a aparecer en la jugada del segundo gol. Un robo suyo en la medular dio origen a un nuevo contragolpe, característico del juego rojiblanco. El balón cayó en los pies de Hasselbaink, que vio cómo José Mari llegaba sin marca por la banda izquierda. Hacia él fue el pase, y sólo tuvo que controlarla, ya entrando en el área, para anotar el segundo tanto con un disparo cruzado que no pudo parar el cancerbero del Real Madrid.

El regalo merengue puso por delante al conjunto de Ranieri y provocó los primeros pitos de la parroquia blanca ante el mal juego de su equipo. Pero antes de finalizar la primera parte llegaría el tercero. Un despeje de la zaga colchonera fue disputado por Hasselbaink, que se llevó la pelota con fuerza y garra ante Michel Salgado. El lateral madridista encerró al delantero en la banda, pero Hasselbaink, apoyado por Santiago Solari, salió de la presión para quedarse solo en la frontal del área, en una posición muy esquinada. Pero no tuvo reparos el cañonero rojiblanco para tirar un fuerte disparo a ras de suelo que cruzó el área y entró por el segundo palo. Un auténtico golazo que colocaba el 1-3 en el marcador antes del descanso.

Tras la reanudación pudo marcar Santiago Hernán Solari el cuarto del equipo del Manzanares. Un balón muerto en el área lo remató el argentino obligando a Bizarri a mandar el balón a córner. El Real Madrid no podía frenar el ímpetu del Atlético. Tras una nueva ofensiva del Atlético ante el despiste de la zaga madridista, Capdevila se plantó en la frontal del área ante la salida de Bizarri. El argentino se tiró a por el balón y arrolló a Joan Capdevila en una clara ocasión de gol. Así, el árbitro López Nieto expulsó al guardameta, dejando al Real Madrid con uno menos en el minuto 49. La expulsión provocó el cambio: un joven portero canterano iba a disputar sus primeros minutos en un derbi. Iker Casillas entró en sustitución de Guti para ocupar la portería blanca.

Hasselbaink la tuvo en sus botas otra vez dos minutos después. Un balón largo por el lateral derecho le plantó solo delante de Casillas, pero el delantero se hizo un lío y el joven madridista atrapó la pelota. Minutos más tarde tuvo lugar una de las escasas oportunidades del Real Madrid. Una internada en el área de Michel Salgado acabó con un centro a media altura que acabaría despejando Molina. El público que asistió al Bernabéu veía que la derrota ante el eterno rival capitalino empezaba a ser una realidad y las protestas eran cada vez mayores a medida que avanzaba el encuentro. Un fallo tonto de Iván Campo, que concedió saque de esquina al Atlético, terminó de enfadar a la parroquia merengue.

El partido no dio más de sí, salvo la aparición también de un joven Samuel Eto'o. El Atlético de Madrid se llevó un claro triunfo en un encuentro en el que fue muy superior a su eterno rival. El Real Madrid, por su parte, se llevó una gran pañolada de su afición debido al mal juego del equipo. No obstante, el conjunto rojiblanco superó a los madridistas en la clasificación gracias a esta victoria.

Los jugadores colchoneros se mostraron exultantes con el resultado, dando una gran importancia al hecho de haber ganado al eterno rival en su feudo. José Mari afirmó que “estaba loco por marcar y da más alegría al ser en un derbi”. Hasselbaink, por su parte, declaró que “ganar al Madrid en su campo es algo especial”. Por el contrario, los merengues no dudaron en alabar la superioridad del Atlético afirmando que el resultado del partido había sido justo.

El triunfo fue, sin duda, la única alegría de la que pudo disfrutar el aficionado rojiblanco aquella temporada en la que se consumó el descenso a Segunda División. Un equipo plagado de buenos jugadores como Baraja, Hasselbaink o Capdevila demostró en este derbi lo que era capaz de hacer, pero los factores extradeportivos hundieron al equipo hasta el fondo de la tabla.

De este triunfo hace ya más de doce años, demasiado tiempo para un equipo que antaño disputó la hegemonía española al Real Madrid y al Barcelona. Muchos recuerdan aquel 30 de octubre de 1999 como un día especial, pues una victoria tan clara sobre el eterno rival pocas veces se olvida.