Nuevo examen a domicilio el que se le presentaba al Barcelona en la jornada de hoy. La victoria se antojaba obligada tras los tres puntos cosechados por el Real Madrid en el Benito Villamarín, por lo que fallar no era una opción.

A pesar de las bajas con las que contaba Guardiola, finalmente Puyol recibió el alta médica a tiempo para salir en el once inicial, del que se quedaron fuera por lesión Abidal, Alexis y Thiago, y Piqué, por sanción.

Del lado racinguista, se estrenaba como técnico en Primera División Álvaro Cervera, que no pudo contar con el guardameta titular, Toño, ya que cumplía partido de sanción, por lo que su lugar lo ocupó Mario Fernández, que solo había disputado dos encuentros esta temporada.

Guardiola volvió a apostar por la defensa de tres, con Alves, Puyol y Mascherano, a la vez que recuperaba a Messi, que se perdió el último partido liguero por acumulación de amonestaciones. También dio entrada al joven Isaac Cuenca, que formó en el ataque junto con Pedro y el argentino. La zona ancha la ocuparon Busquets –que por momentos actuaba de central junto con Mascherano-, Xavi, Iniesta y Fàbregas.

Intenso inicio

El Racing salió con ganas, intentando sorprender a un Barcelona que tuvo ciertos movimientos erróneos en los primeros compases. A pesar de ello, fueron los visitantes los que gozaron de la primera oportunidad. En la primera llegada del Barcelona a la meta racinguista, a punto estuvo Pedro de abrir la lata con un disparo desde el pico del área grande que salió lamiendo el palo izquierdo de Mario.

Poco tardó el portero local en hacer su primera parada, al atrapar en dos tiempos un centro de Cuenca que no llegó a rematar el Barcelona. Viendo que el encuentro se les empezaba a ir de las manos, los de Cervera aumentaron la intensidad y la presión, intentando dificultar la circulación del juego azulgrana.

Pronto hizo su aparición Messi, que, tras la exhibición del pasado miércoles en Champions –donde hizo cinco goles-, buscaba seguir marcando en Liga. El argentino envió un balón de falta a los tres palos, pero la buena reacción de Mario evitó de nuevo el primer tanto del partido.

El Barcelona tenía el dominio y era el que más peligro creaba, aunque la sensación era de no confianza, ya que cualquier despiste podría provocar una contra letal. Mientras, seguían las ocasiones por parte de los visitantes. Iniesta se sacó una vaselina desde dentro del área que dio en el pico del travesaño y Mario blocó un disparo de Fàbregas, que se quedó en un mano a mano con el meta.

Messi abre la lata

Se rozaba ya la media hora de partido cuando se inauguró el luminoso de El Sardinero. Xavi abrió para Cesc al costado derecho, y este puso un centro que Messi remató desde el suelo para abrir la lata.

El argentino vuelve así a ver puerta en uno de sus campos talismán, donde siempre ha marcado desde que Guardiola es entrenador del Barcelona. No solo eso, sino que en dos de sus cuatro visitas hizo doblete, por lo que el de hoy suponía el sexto gol en los cuatro últimos partidos en El Sardinero.

El encuentro se fue convirtiendo poco a poco en un monólogo azulgrana y Pedro, que hoy estuvo bastante activo, estuvo presente en las dos siguientes ocasiones del equipo. Primero con un disparo que salió desviado y más tarde con un chut que sacó Álvaro, que a punto estuvo de marcarse en propia puerta.

El Racing parecía haber perdido el fuelle con el que comenzó y el choque se fue librando casi exclusivamente en el campo del equipo santanderino. Así se llegó al final de la primera parte, con una ventaja mínima en el luminoso, que brillaba a favor de los visitantes.

Penalti y doblete de Messi

La segunda mitad comenzó con cambio en el banquillo racinguista, dando entrada a Stuani por Babacar, que no lo logró cuajar un buen inicio de partido.

Los locales salieron de nuevo con intensidad, intentando aprovechar las contras y ganar metros ante un Barcelona que le iba comiendo poco a poco. El esférico apenas les duraba a los de Cervera y fue el Barcelona el que volvió a crear sensación de peligro; primero con Messi, que buscaba el doblete, y después con Fàbregas.

Precisamente Fàbregas fue el protagonista de la jugada polémica del partido. Cisma derribó al azulgrana dentro del área y el colegiado decretó penalti, lo que provocó las protestas de los jugadores racinguistas.

Como era de esperar, fue Messi el que se dispuso a tirar desde los once metros. El argentino chutó al palo izquierdo del guardameta, que ya se había lanzado hacia el lado contrario, e hizo así su tercer doblete en cuatro partidos en El Sardinero y sumó su tanto 30 en Liga.

Continúa el vendaval azulgrana

Se les ponía muy cuesta arriba el partido a los locales, que siguieron sufriendo el vendaval azulgrana. En esta ocasión fue Cuenca el que, a pase de Xavi y tras una buena jugada individual en la que consiguió zafarse de la zaga, envió el cuero al travesaño.

Otro que seguía intentándolo era Messi, que a punto estuvo de hacer un ‘hat-trick’, a pase de Iniesta. Xavi dejó pasar el balón y el ‘10’ azulgrana chutó a los tres palos, donde Mario atrapó el esférico.

El encuentro estaba siendo especialmente tranquilo para Valdés, que solo vio su meta perforada en una jugada que había sido previamente anulada por fuera de juego, por lo que el tanto local no subió al marcador.

Cuando ya Cervera había hecho los tres cambios posibles comenzó Guardiola a mover banquillo, y fue Tello –por Cuenca- el primer revulsivo que introdujo. El primer balón que tocó bien pudo haber acabado en las mallas de Mario, de no ser por el acierto del guardameta.

El Racing renunció prácticamente al ataque y el Barcelona bajó la intensidad tras el segundo tanto. También Guardiola decidió dar descanso a Xavi, que se marchó para dar entrada a Keita.

Con el cuero en dominio azulgrana fue muriendo poco a poco el partido, que deja de nuevo al Barcelona a 10 puntos del Real Madrid, y al Racing en puestos de descenso. Mal debut de Álvaro Cervera, que deberá esperar para dar los tres puntos a su equipo, y buena racha de los catalanes, que suman su cuarta victoria consecutiva en Liga.

Así lo vivimos en VAVEL.com