Comienzo de los apasionantes playoff de la Euroliga con todos los contendientes buscando las preciadas plazas de la Final Four. Explosiva eliminatoria entre blancos y griegos, reeditando la final del pasado año. El todopoderoso Madrid de Laso que va batiendo récords frente al bi-campeón de Europa y su último verdugo. Expectación máxima en un Palacio abarrotado y plagado de banderas para disfrutar del mejor baloncesto del Viejo Continente. Bajo esas premisas amaneció el duelo con Spanoulis jugando de falso escolta y Darden persiguiéndole por la pista cual perro de presa. Un Madrid muy serio en la marcas conectó un parcial de 9-0 y el férreo Bartzokas no dudó en pedir el primer tiempo del partido.

De manera trabajada los blancos estaban consiguiendo abrir una primera brecha, no teniendo prisa en las transiciones, seleccionando bien las posiciones de tiro y secando el grifo anotador de los helenos. Especialmente afinado se estaba mostrando Nikola Mirotic, imperial en los tiros de media y larga distancia. Gracias a ello, los merengues rompieron la barrera psicológica de los diez puntos mucho antes de lo esperado. Los primeros relevos en el Madrid entraron para aportar puntos, como fue el caso del eterno Felipe Reyes. Magnífico primer cuarto del Madrid (27-12) enchufado y contundente.  

Pesos pesados

Los griegos reaccionaron en el comienzo del segundo cuarto gracias al gran poderío físico en la pintura de Dunston y un reajuste más lógico en las marcas. Desde el banquillo salía Giorgios Printezis, recientemente recuperado de una lesión, pero factor clave para aportar puntos cuando el equipo está atascado. Spanoulis estaba siendo sobremarcado con defensas 2-1, pero el genio heleno todavía aparecía de manera puntual para inocular su veneno. El Olympiacos estaba reaccionando gracias a un gran acierto en los tiros y posesiones muy largas. Laso seguía rotando a sus hombres buscando oxígeno ante la dureza física del duelo. Salah Mejri salió a pista, pero poco duró tras sufrir una mala caída.

Los blancos sufrieron un apagón en su juego, y hasta los tiros fáciles como la doble oportunidad de Sergio Rodríguez desde el perímetro se salían del aro. Los del Pireo le estaban devolviendo la moneda a los merengues, y el electrónico volvía a apretarse sobremanera. El Madrid reajustó la defensa a una zona 3-2 intentado frenar el acierto rival, pero los griegos nunca se ponían nerviosos, jugando a las cuatro esquinas con el pase extra y mostrando muñeca caliente desde la larga distancia. Gracias a un plástico mate de Slaughter seguido de un magnífico triple del Chacho sobre la bocina, los blancos se recuperaron un tanto. Final de la primera mitad con 48-41. Los dos equipos son titanes plagados de recursos y quedaba un mundo por disputar. 

Zarpazo blanco

Una vez más el Olympicos salió mordiendo tras la reanudación, forzando pérdidas de balón del Madrid, mientras que el mago Spanoulis enchufaba su cuarto triple consecutivo. El partido se estaba calentando más allá de lo deportivo y los jugadores de ambos bandos se liaron en una tangana. Con el duelo ardiendo a la temperatura que quema el papel apareció Rudy. El escolta mallorquín gusta de los momentos on fire para hacer sangre al rival, y se desató desde el perímetro. Genial el killer balear que estaba destrozando a la defensa griega y forzaba el tiempo muerto de un enojado Bartzokas. Por segunda vez en el partido los blancos se iban por encima de los diez puntos.

Los madridistas dominaban el duelo pero sufriendo bajas. Ahora era Draper el que abandonaba la pista con molestias en su muñeca. Cruenta batalla entre los dos colosos y el Madrid desatado en ataque. Llull tomaba el relevo anotador con rápidas transiciones que rompían definitivamente el ritmo del partido. Cuando los blancos corren la pista no tienen rival. Momento de grandes jugadas individuales como el gancho de Printezis o el canastón a tabla de Mirotic tras fintar a su defensor. Excelso cuarto del Madrid (70-56) que se mostró superior en los uno contra uno al mismo tiempo que defendió con el culo pegado al suelo.

Un golpe sobre la mesa

En los compases finales las estrellas del Madrid no levantaron el pie del acelerador. El Olympiacos intentó todas sus técnicas: cambiar las marcas, hacer bloqueos a Spanoulis y meter la mano en defensa, pero los blancos mantenían la ventaja. Nueva bronca en la pista por otro encontronazo entre los jugadores, mucha testosterona en el Palacio. La torre tunecina Salah Mejri volvió a la cancha demostrando que su golpe previo fue un susto, y enchufó un triple monumental (y lleva tres en los últimos partidos). Desde luego no se le pide al africano que aporte en esta faceta, pero parece contagiado por la efectividad y desparpajo de todo el equipo.

El juego alegre y rápido, por momentos alocado, había conquistado el partido, y los aplicados griegos no conseguían cambiar la deriva. Los helenos no encajaron bien la derrota y terminaron con un juego muy bronco y faltas antideportivas, calentando el ambiente de vuelta. Gran victoria del Real Madrid (88-71), que fue por delante en el marcador la mayor parte del duelo y tuvo un brillante balance ataque-defensa, acertado e intenso en ambas facetas. Importante triunfo para poner el 1-0 en la serie. Cada duelo va a costar un mundo y los helenos son un enemigo temible, pero los de Laso demostraron en este primer duelo que tienen más calidad en sus amplias filas.

Protagonistas

Monstruoso partido de Rudy Fernández (20 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias, 3 robos, 4/6 en triples, 8 faltas recibidas, 34 de valoración). El escolta mallorquín dio todo un clinic de como jugar a este deporte. Incisivo y acertado en ataque, asesinando desde la larga distancia y dejándose la cara en las entradas a canasta. Además defendió cual chicle a sus marcas y ayudó perfectamente en los 2 contra 1. Simplemente excelso. 

Magnífico partido también de Nikola Mirotic (15 puntos, 6 rebotes, 5 robos, 24 de valoración). Otro fuera de serie que trabajó muy bien la defensa de manos largas en los compases iniciales del duelo, y luego lo remató con canastas de fantasía en el uno contra uno. También nombrar a los dos Sergios, ese tandem infalible: Llull (12 puntos, 4 asistencias) y Chacho (12 puntos, 4 asistencias, 2 robos) volvieron a cambiar el ritmo del partido a su antojo y le saltaron las tuercas al pausado y pegajoso engranaje heleno.

Por Olympiacos destacar una vez más al genio Vassilis Spanoulis (18 puntos, 5 asistencias, 4/7 en triples), que hasta en un encuentro discreto hace buenas estadísticas y puede ser totalmente decisivo para cambiar el rumbo de los partidos. Esta vez estuvo bien defendido, pero siempre hace sangre. Nombrar en segundo plano la aportación de Printezis (10 puntos) y Cedric Simmons (8 puntos, 7 rebotes, 2 tapones). El primero está volviendo tras una lesión, y el segundo es una bestia física, pero con escasa calidad.