Julio Velázquez cincela su propia tumba

El Real Betis cayó derrotado en el Butarque ante un Leganés muy superior durante todo el encuentro. Los de Velázquez continúan a la deriva en una liga donde todo es posible. Velasco desató la locura de los pepineros, enganchando a placer una volea cuando el choque ya expiraba.

Julio Velázquez cincela su propia tumba
(Foto vía: ApoCaballero/VAVEL.COM)
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Por Álvaro Borrego Domínguez

El Club Deportivo Leganés venció por la mínima a un Betis inoperante, en la línea presentada durante toda la temporada.

Los pepineros plantearon un estilo muy atrevido, entregando el esférico a los hispalenses y sin nada que temer. La actitud de los blanquiazules resultó muy agradecido por los hinchas locales que disfrutaron de una tarde idílica con junto a su equipo. El primer lleno de la temporada, hizo del Butarque un territorio hostil para los verdiblancos, que acusaron en demasía el cansancio tras la eliminatoria copera ante el Lugo.

La ineficacia de ambos conjuntos de cara al marco rival, parecía marcar la tónica de un choque que decidió Velasco en los instantes finales, hundiendo más si cabe a este Betis.

El Leganés amenazó, pero no concretó

Madrileños e hispalenses firmaron tablas en el marcador en una primera mitad donde el fútbol brilló por su ausencia. Los dos conjuntos mostraron un duelo dispar de estilos marcado por la ocasión, muy diferentes a los ofrecidos hasta la fecha.

Julio Velázquez presentó de nuevo un 4-4-2 con Jorge Molina como máximo referente ofensivo acompañado del killer Rubén Castro, asimilándose al once que comenzó la temporada. Por el contrario, Garitano mostró un once atípico, motivado por las bajas sensibles de Eizmendi o Paco Candela entre otros.

Un Betis con Velázquez, un Betis sin nada

Una vez más, el Real Betis se mostró algo errático en la salida de balón, lo que benefició las envestidas del conjunto local, que puso en serios aprietos a Adán en numerosas ocasiones. Los verdiblancos intentaron tomar el timón del choque, sin suerte desde el primer momento, esperando el Leganés las indecisiones rivales para salir al contraataque.

El paso de los minutos convirtió a los blanquiazules en absolutos dominadores del encuentro. A pesar de no tener ocasiones claras, generó mucha incertidumbre en el marco defendido por Adán, sufriendo en demasía la zaga verdiblanca.

Los visitantes, de la mano de un notable Dani Ceballos, intentaron abrir espacios pero no lo consiguieron, generando peligro únicamente en los balones por alto. Muestra de la crisis por la que pasa el conjunto de las trece barras fue la combinación entre Adán y Rubén Castro o Molina, la más repetida a lo largo del choque.

Conforme los minutos iban pasando, el encuentro comenzó a trabarse con faltas innecesarias, lo que marcó el final de la primera parte. Ambos conjuntos se marchaban al túnel de vestuarios con un Leganés algo más disconforme.

El fútbol hizo justicia

Los segundos cuarentaicinco minutos acabaron con un choque idéntico al avistado en la primera mitad, con un Real Betis somnoliente e ineficaz, afectado por la resaca copera.

Los locales siguieron en busca del dominio del esférico, adquiriendo protagonismo con el paso de los minutos y motivando a una hinchada crecida ante el juego de los suyos. El esfuerzo físico comenzó a hacer mella en los jugadores béticos incapaces de evitar los arreones de los madrileños.

Somnoliento, errático, inoperante, e incompetente. Así es el Betis

El centro del campo verdiblanco, muy mermado, permitió la superioridad leganesa que con Diamanka y Eraso, ocuparon a sus anchas la medular del viejo Butarque.

Asier Garitano dio a entrada a hombres rápidos y habilidosos como Borja y Fran Moreno, que junto a Aguirre, dilapidaron un encuentro muy trabado hasta el momento.

Con ello, los pepineros comenzaron a encontrar espacios en la zaga verdiblanca, que comenzaba a ser amenazada seriamente y a sufrir estragos. A partir de ahí, un Leganés de altos vuelos empezó a posibilitar y creer en los tres puntos.

Por el contrario, Velázquez dio entrada a hombres como Kadir, Renella o N'Diaye, que nada pudieron hacer para transformar la superioridad local.

Lolo Reyes y Adán, salvaron en un par de ocasiones a los hispalenses, pero las envestidas blanquiazules finalmente surtieron efecto. La solvencia defensiva demostrada jornadas atrás, se vio cuestionada en un choque donde la pareja Figueras-Bruno mostró la falta de entendimiento entre ellos.

Cuando el encuentro tomaba su último hálito de vida, Velasco recibió la mimosa completamente solo en el punto de penalti y realizó una magnífica volea para batir a Adán y acabar así, con la magnífica racha de 558 que acumulaba sin encajar gol la escuadra verdiblanca.

El pitido final, desató la desesperación y el enfado en los más de 2.000 hinchas verdiblancos allí presentes, que pidieron insistentemente la dimisión de Julio Velázquez.

El Betis, hundido

La derrota cosechada hoy, deja a los hispalenses hundidos en la zona media de la tabla clasificatoria, continuando una jornada más fuera de los puestos de descenso.

La sequía goleadora que aqueja al Real Betis comienza preocupar a la parroquia verdiblanca, atónita tras ver como su equipo es incapaz de anotar gol por cuarta jornada consecutiva y sumando casi 400 minutos sin anotar, teniendo en sus filas al mejor delantero de la categoría.

El próximo sábado, los de La Palmera tendrán una final anticipada ante el Recreativo de Huelva, uno de los conjuntos más sólidos y fiables atrás.

Por otro lado, la victoria pepinera deja K.O a un Velázquez que comienza a quedarse sin recursos, condenado por su inexistente estilo de juego y aumentando las críticas en la hinchada sevillana.