La tragedia de Pékerman y Falcao

Este miércoles en la tarde el Mónaco de Radamel Falcao derrotó al Chasselay de la cuarta división francesa por tres goles contra cero por un encuentro de la Copa de Francia, precisamente con un gol suyo. A nadie le importa. Nadie habla del tema por una sencilla razón: Radamel abandonó el campo con un golpe en su rodilla izquierda y de inmediato se temió lo peor.

La tragedia de Pékerman y Falcao
Foto: El Heraldo
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Por Juan José Correa

La noticia se expandió como un virus en toda Colombia y el mundo del fútbol. Expertos y reconocidos doctores, como Winston Tobón, quien fuera el galeno de las selecciones colombianas mundialistas de la década del 90, advirtió que por el tipo de golpe sufrido, “generalmente se llega a lastimar el ligamento cruzado”. Ligamento cruzado. Dos palabras que erizan la piel de cualquier aficionado a la pelota con solo escucharlas. La peor pesadilla de un futbolista profesional y la antesala de una tragedia nacional que se desencadenaría la mañana del jueves.

Muchos colombianos no durmieron, expectantes ante el dictamen oficial de su lesión que se conocería luego de que El Tigre fuera examinado por sus médicos de confianza en Porto. El solo hecho de haber viajado a Portugal y no haberse tratado en el principado auguraba algo delicado. La Clínica Espregueira Mendes, más conocida como “La Clínica del Dragón”, fue por unos instantes el lugar más observado del mundo. La tensión era palpable en cada segundo que pasaba. Las noticias no hablaban de otra cosa. La televisión, la radio y los diarios colombianos no hablaban de algo diferente. Por un momento se olvidaron de la tragicomedia política que se vive diariamente en Colombia y se unificó la atención y el sentimiento de un país ante su máxima estrella deportiva. Médicos, futbolistas, periodistas y cristianos comunes y corrientes dieron sus conceptos y especularon con los resultados. Todos sospechaban lo peor, pero nadie quería reconocerlo. Todo un país se esperanzaba con despertar de esta pesadilla, con pasar nada más que un terrible susto, un chiste de mal gusto…Pero no fue así.

Alrededor de las 11 de la mañana (hora argentina) y antes de que el Mónaco emitiera un comunicado oficial a eso de las 12:30, el doctor José Carlos Noronha confirmó que no estábamos soñando, que a veces ese demonio que son las lesiones se ensaña con los más grandes para agregar dramatismo al apasionante deporte que tanto amamos: Falcao sufrió una lesión en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda que significaría, en principio, una incapacidad de seis meses. Sí, sí, no saquen cuentas. El mundial de Brasil es en poco menos de cinco meses. Las muestras de cariño no se hicieron esperar. Futbolistas colombianos, excompañeros de Falcao, las cuentas oficiales del Porto, el Atlético de Madrid y hasta el presidente colombiano Juan Manuel Santos se manifestaron a través de Twiter apoyando la pronta recuperación del delantero samario. 

No es la primera vez que Falcao sufre el infortunio de estas indeseables pero infaltables acompañantes del deporte. En el año 2003, ad portas de disputar el mundial sub-17 de Finlandia, El Tigre sufrió un daño en los ligamentos de su tobillo derecho durante un partido en Argentina con las divisiones inferiores de River Plate que le impidió disputar el torneo. En 2006, por si fuera poco, sufrió en su rodilla derecha la misma lesión de ligamento cruzado que hoy lo agobia en la izquierda, cuando se perfilaba como la revelación del “Millonario”.  Además, cuando de jugar torneos importantes se trata, Radamel no ha contado con la mejor de las suertes. Primero, con su traspaso de Porto a Atlético de Madrid se perdió la Champions 2011-2012 que disputaron los “dragones”. Luego, con su traspaso del club del Manzanares al Mónaco, no pudo participar con los “colchoneros” en la Champions 2013-2014. El Tigre parece evadir, sin proponérselo, los grandes retos internacionales.

Falcao es sin lugar a dudas la insignia de una selección Colombia sorprendente. Representa a plenitud los valores impuestos por Pékerman al equipo: disciplina, entrega, amor propio y dedicación. Un guerrero que ha superado grandes obstáculos para ubicarse entre los mejores delanteros del mundo. Esa, quizá, es la mayor esperanza que guardan los colombianos y el seleccionador argentino. Que Falcao pueda echar mano de su insaciable espíritu competitivo para llegar al máximo evento futbolístico. Siendo estrictamente realistas, las posibilidades son casi nulas. Pero cuando se trata de un tipo como este, de un jugador fuera de serie y de un carácter como el suyo, lo último que se pierde es la esperanza.