Análisis táctico de la Selección de Irán

El análisis de la Selección de Irán, que forma parte del Grupo F junto a Argentina, Bosnia & Herzegovina y Nigeria. ¿Cómo juega el equipo del portugués Carlos Queiroz? Su funcionamiento, sus puntos altos y bajos y la figura a tener en cuenta en Brasil 2014.

Análisis táctico de la Selección de Irán
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Por Patricio Enriquez

La Selección de Irán integra el Grupo F del Mundial de Brasil 2014 junto a Argentina, Bosnia & Herzegovina y Nigeria. Su debut se llevará a cabo el 16 de junio ante el seleccionado africano en la Arena da Baixada en la ciudad de Curitiba

Con el sello de Carlos Queiroz

El director técnico del seleccionado iraní es el portugués Carlos Queiroz, quien ha estado como ayudante técnico en clubes como Manchester United o Real Madrid, y ya tiene experiencia en tres selecciones como las de Portugal, Emiratos Árabes Unidos y Sudáfrica.
Allá por el 2011 se encargó de ser el entrenador de Irán y darle a este conjunto una impronta tal para lograr no solamente la clasificación al Mundial sino además, ubicarlo, futbolísticamente, a la par de las potencias de Asia como Corea del Sur y Japón.

En cuanto a los rasgos futbolísticos de esta selección, se aprecia a un equipo iraní que muestra solidez en cada una de sus líneas. Es un equipo ordenado.
A Irán, además de caracterizarlo el orden, también lo define ser un equipo que contragolpea. No se desespera por arriesgar a la hora de atacar, debido, en primera instancia, a que conocen los momentos oportunos y, en segundo lugar, que no cuentan con tanta gente en cada avance.
Apuestan a los contraataques, aunque todo dependerá del rival a quien enfrenten. Ahí podrán optar por esperarlo o por dominarlo con sus propias armas. Generalmente se inclinan a un sistema táctico de 4-5-1: los cuatro defensores en el fondo y cinco volantes ocupando todo el ancho de la cancha. Así se observará a un combinado replegado para esperar pero transformado en 4-2-3-1 cuando ataca, liberando a los volantes externos y soltando al volante ofensivo, convirtiéndolos en extremos y mediapunta, respectivamente.
Utilizan las bandas como camino hacia los desbordes para colocar balones en forma aérea, su gran arma.

Una sólida defensa

En defensa se complementan organizadamente ya que difícilmente se vea un bloque mal parado o descompensado. De arriba, los iraníes son contundentes tanto en ataque como en defensa. El balón parado es una de sus especialidades, pero si la pelota parada es en contra, también suelen responder con firmeza. Pejman Montazeri y Jalal Hosseini son los defensores centrales más destacados, por su experiencia y porque tienen un gran juego aéreo en la zaga central y en el área rival no les es ajeno anotar goles.
Atrás, el correcto acople con los laterales Steven Beitashour y Ehsan Hajsafi, como base, dejó en claro que tienen, posiblemente, la mejor defensa de Asia recibiendo muy pocos goles en todas las eliminatorias, por lo que el arco de Daniel Davari no sufrió tanto en las pasadas rondas clasificatorias.

Un equipo organizado

El juego colectivo de Irán se asocia a un equilibrio constante del equipo a lo largo de los partidos. Un volante central toma la responsabilidad de ser el eje del equipo, recuperador y abastecedor de juego. El encargado de ordenar el medio campo y también sumarse a la gestación de juego. Se trata de Javad Nekounam, el experimentado mediocampista que recibe del fondo o corta jugadas rivales y presenta el balón al media punta o bien, a los extremos, distribuyendo el juego. Su socio en el mediocampo es Andranik Teymourian, ocupado de los relevos y del juego friccionado.

Por afuera, Ashkan Dejagah, actualmente en el Fulham y además con ocho años de experiencia en la Bundesliga, es un jugador que maneja los extremos para generar peligro y conectarse con el delantero de área. Es un volante de gran despliegue. Su velocidad y calidad de pase son su principal característica, aunque su pegada también es otro punto a tener en cuenta.
Masoud Shojaei es el otro volante externo, que también logra actuar de extremo y se destaca en la banda derecha aunque cuenta con la capacidad de involucrarse con cualquier sector del ataque. Habilidoso, rápido y de gran técnica con el balón en sus pies. Es un jugador que aprovecha su calidad y talento para maniobrar individualmente. Tuvo un pasado en el Osasuna y actualmente es la figura de Las Palmas, en la segunda división española.
Queiroz ha tenido en cuenta el presente de estos y otros jugadores sabiendo que juegan en Europa y en países como Inglaterra, España, Alemania o Rusia.


Ser efectivos tras el contragolpe

En ataque, suelen apostar a un volante ofensivo o mediapunta más un delantero de área. El “9” es Reza Ghoochannehjad, apodado “Gucci”, fue una pieza fundamental en las eliminatorias asiáticas marcando el valioso gol ante Corea Del Sur, que le dio la victoria a su equipo y logró la clasificación al mundial. Es un hombre de área que dispone de una pierna zurda muy precisa, aunque también suele asociarse con alguien de mayor habilidad para crear jugadas de riesgo.
Con la ausencia de Mojtaba Jabbari, el habitual volante de ataque, quien se retiró de la Selección el pasado mes, el entrenador Queiroz deberá optar por alguien con capacidad de retroceso o un futbolista con mayor despliegue en el frente de ataque. En este caso, aparece la figura de Sardar Azmoun, conocido en su país como el ´Messi iraní´ y despliega su talento en el Rubin Kazán de Rusia. Es muy joven: tan solo tiene 19 años, pero su habilidad puede aportar desequilibrio en ataque, aunque perdería participación en el repliegue. Es un jugador a tener en cuenta por el entrenador.
La otra opción sería la inclusión del atacante por afuera Alireza Jahanbakhsh, lo que implicaría una rotación para que Shojaei pase a ocupar la zona media y juegue detrás de Ghoochannehjad.
La idea será ser efectivos en ataque para no sufrir en el retroceso ni en la exigencia física.

Alineación básica

El 'once base' de Irán.

Puntos altos y bajos

Las virtudes se basan prácticamente en el orden que tiene este equipo. Son fuertes en defensa y peligrosos por los costados, teniendo un eje experimentado en la mitad de cancha. Pero a pesar de esos puntos altos, hay dos factores que pueden jugar en contra a esta selección.
El primero, lógicamente, es la falta de experiencia en un Mundial, ya que nunca lograron pasar de primera ronda y cuentan con pocas estadías mundialistas en su historia. Lo segundo, es la ausencia de una estrella descollante. Se habló anteriormente de Nekounam, un histórico experimentado, y de Sardar Azmoun, una promesa en crecimiento, y lo peligroso que son por afuera Shojaei con su habilidad y Dejagah con su ida y vuelta, pero ninguno con el rótulo de “estrella”.


La figura

JAVAD NEKOUNAM

Javad Nekounam es un volante central de 33 años y de 1,86 mts, quien fue internacional en más de 130 oportunidades y actualmente milita en el Al Kuwait, de Kuwait. Es un experimentado mediocampista, eje de la selección iraní.
Jugó, además, en el Pas Tehran, en Irán, equipo del cual surgió futbolísticamente. También sumó experiencia en los Emiratos Árabes Unidos, cuando pasó por el Al Wahda y el Sharjah. A partir de 2006 y hasta 2012, estuvo en el Osasuna de España, donde presenció 139 partidos y convirtió 20 goles. Allí fue el primer futbolista iraní en jugar la Liga Española y terminó convirtiéndose en una pieza fundamental para el equipo, lo que le valió las futuras convocatorias a su seleccionado.

La principal característica de Nekounam es su capacidad en el pase y la visión de juego, englobando la distribución de la pelota y además, el disparo de media y larga distancia. Tiene una doble función dentro de los once: mostrarse sólido defensivamente y como hábil atacante al momento de avanzar.