Tras una primera mitad de año con un inesperado subcampeonato y un arranque penoso en el Torneo de Transición, Boca Juniors debía volver a disputar la Copa Sudamericana. Nueve años eran los que habían pasado desde que el club de la Ribera ganó su segundo y último título, cuando en 2005, había conseguido el bicampeonato por penales ante los Pumas de la UNAM de México.

Luego de aquella consagración, había accedido a este certamen en las siguientes cuatro ediciones: la primera por ser el último ganador y las otras tres por invitaciones, pero decepcionó en todos los torneos.

Boca campeón Copa Sudamericana 2005. F: Infobae

Tras tres primaveras ausentes, el Xeneize coqueteó nuevamente con la Sudamericana, pero una serie muy cerrada contra Independiente lo dejó nuevamente afuera en instancias prematuras.

Tuvo que esperar hasta 2014 para volver a ser animador de la copa, pero se fue con un sabor mucho más amargo que el que tuvo en estos nueve años de sequía, porque nada menos que River Plate, su archirrival, lo despidió en las semifinales del certamen.

Hasta ese entonces, el papel boquense en esta competencia venía siendo bueno y todas sus fichas estaban puestas aquí, ya que en el torneo local estaba lejos de los puestos de vanguardia. Este fue el camino que recorrió el club de la Ribera en la Copa Sudamericana 2014.

Segunda fase

En esta instancia, los equipos argentinos hacían su debut y se eliminaban entre ellos. El rival de Boca era Rosario Central. El partido de ida fue el segundo duelo que Rodolfo Arruabarrena dirigió desde el banco de suplentes. Apenas una semana antes, Carlos Bianchi se había marchado por la puerta de atrás de la institución azul y oro y el flamante DT había debutado días atrás con un triunfo 3-1 sobre Vélez en el torneo local.

Ida: Rosario Central 1-1 Boca Juniors

El Xeneize fue superior durante los 90 minutos. Sin embargo, se le escapó la victoria en el final con un gol de tiro libre de Pablo Becker. A pesar de conseguir un gol de visitante, fue un empate 1-1 con sabor a poco en el Gigante de Arroyito.

Vuelta: Boca Juniors 3-0 Rosario Central

Este fue el partido que ilusionó al pueblo boquense para lo que quedaba del semestre, porque este nuevo Boca del Vasco dio cátedra de buen juego y superó de punta a punta al Canalla. Mostró un fútbol ofensivo, arrollador y nunca le dio chances a su rival. Fue el mejor partido del Xeneize en todo el 2014.

Octavos de final

En el horizonte aparecía un equipo débil, sin historia, sin figuras y desconocido para gran parte del mundo futbolero: Deportivo Capiatá, una institución paraguaya fundada en 2008 y que, en su primera aparición en el plano continental, había eliminado a Danubio y a Caracas. En la previa del primer choque, el defensor guaraní Julio Irrazábal había tenido fuertes palabras para con Mariano Echeverría, zaguero xeneize, ya que malinterpretó las declaraciones de éste, cuando había dicho que "perder con Capiatá sería un desastre".

Ida: Boca Juniors 0-1 Deportivo Capiatá

El conjunto visitante demostró sus fuertes aspiraciones en el torneo y sus ganas de querer escribir su propia historia ante Boca en la mítica Bombonera. Mostró temple y carácter ante un conjunto local que buscó y buscó, pero su falta de puntería y las manos de Antonio Franco impidieron la hazaña. Capiatá triunfó en La Boca e ilusionó a su gente con dar el batacazo.

Vuelta: Deportivo Capiatá 0 (3)-(4) 1 Boca Juniors

Era la hora de que Capiatá ratifique lo hecho en Argentina y concrete un hito histórico. Supo aguantar a un Boca que poco a poco se fue desesperando por conseguir la igualdad, pero, en medio de esa búsqueda llena de adrenalina y vacía de fútbol, el Xeneize se encontró con el gol y forzó la definición por penales. Esa fue la noche de Agustín Orión, quien contuvo dos remates desde los doce pasos y contó con la colaboración del tiro errado de Irrazábal. Así, Boca sobrevivió a la catástrofe y obtuvo el pase a la siguiente ronda.

Cuartos de final

La actuación ante Capiatá había dejado muchas dudas respecto de cómo iba a continuar el club de la Ribera en la Copa Sudamericana. Ahora se presentaba la oportunidad de demostrar si aquello había sido una excepción caprichosa del destino o si, realmente, significaba una alarma para el Vasco Arruabarrena. Cerro Porteño, un grande de la tierra del tereré, era el obstáculo a superar y la nueva obsesión para los hombres de azul y amarillo.

Ida: Boca Juniors 1-0 Cerro Porteño

Parecía que los dirigidos por Leonardo Astrada habían visto la actuación de sus compatriotas ante el Xeneize y quisieron repetirla. Sin embargo, no tuvieron la efectividad de Capiatá y sí la tuvo Boca, la misma que no había tenido en el partido de ida. En consecuencia, fue triunfo 1-0 para los locales, quienes, esta vez, iban en ventaja a Paraguay.

Vuelta: Cerro Porteño 1-4 Boca Juniors

En el Estadio Defensores del Chaco, el Ciclón de Asunción tenía la misión de darle vuelta el resultado a Boca. Fracasó rotundamente. Recibió un gol temprano y, a pesar del empate transitorio, sufrió los contraataques de los hombres de Arruabarrena, quienes aprovecharon los huecos que dejaban los guaraníes en defensa producto de su desesperación por hacer goles. El abultado resultado deposito al Xeneize en la siguiente instancia.

Semifinal

Boca - River. River - Boca. Un Superclásico histórico tendría lugar en una de las semifinales de este torneo. Un conjunto millonario que venía de los peores años de su vida y constantes anécdotas de eliminaciones ante el rival de toda la vida. Aún tenía la sangre en el ojo por aquellos episodios del 2000 y 2004, cuando Boca lo eliminó dos veces de la Libertadores. Esta era una gran oportunidad para La Banda.

Para Boca, River era el rival a vencer. Los dirigidos por Marcelo Gallardo mostraban el mejor fútbol del país y eran los candidatos. Pero, en caso de ganar, el Xeneize habría quitado de su camino la piedra más grande que tenía si quería ser el campeón de la Copa Sudamericana 2014.

Ida: Boca Juniors 0-0 River Plate

Poco juego y mucha pierna fuerte. Así fue el partido de ida en La Bombonera. Dentro de una notoria paridad, quien demostró más ganas de triunfar y quien más buscó el arco rival fue Boca. Pero se topó con el lado guerrero del Millonario. Los hombres de banda roja pegaron y pegaron. Siete de ellos vieron la tarjeta amarilla. A pesar de no recibir ningún gol de visitante, el sabor para el Xeneize fue amargo, porque no pudo doblegar en su casa a su rival, quien, por lo que fue el desarrollo del partido, sacó un buen resultado.

Vuelta: River Plate 1-0 Boca Juniors

El partido arrancó con todo: penal para Boca a los 15 segundos de juego.

Luego de la heroica atajada de Marcelo Barovero, los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena no parecieron inquietarse, ya que siguieron en búsqueda del gol. Pero pocos minutos después, Leonardo Pisculichi guió la pelota a la red visitante y decretó un gol histórico en los Superclásicos, la anotación con la cual River estaba dejando afuera de la Copa Sudamericana nada menos que a Boca.

En el segundo tiempo ya se vio a un conjunto millonario dominador y no le dejó opciones a un Boca que solo necesitaba un gol para llegar a la final. Jugó con oficio y hasta pudo aumentar la diferencia. De esa forma, River eliminó al Xeneize de la copa.

Hasta allí llegaron las aspiraciones del club de la Ribera en el 2014. Ya fuera del campeonato local, quedaban dos partidos por nada y no había motivación alguna para jugarlos.

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