Fue una de las revelaciones del fútbol argentino durante el 2014 y era sabido que no iba a durar mucho en nuestras canchas. Lamentablemente, así fue: precipitado también por la necesidad de Estudiantes, apenas terminada la temporada, se hizo efectivo el traspaso de Joaquín Correa a la Sampdoria. Hoy, luego de algunos días de dilatación, finalmente, el tucumano puso la firma y se transformó oficialmente en jugador del club italiano, que desembolsó por él unos 10 millones de euros.
Después de celebrar las fiestas en Argentina y de pasar a saludar y despedirse de sus ex compañeros de Estudiantes durante el primer día de la pretemporada pincharrata, Correa viajó a Italia junto a Diego Ronderos, dirigente platense, para terminar de concretar su traspaso. Si bien la transferencia estaba cerrada desde hacía tiempo, recién ahora se pudo formalizar. Es que algunos detalles de su contrato que debieron ser corregidos terminaron posponiendo la firma del ahora ex futbolista del león, que estará vinculado al club genovés hasta 2019 y que según se pudo observar en su presentación oficial, llevará la camiseta número 8.
La oficialización del pase le da un poco de aire a la tesorería albirroja, que con la rúbrica, automáticamente, cobrará cuatro de los ocho millones de euros que le quedarán limpios por la venta del mediocampista. El otro 50% del dinero será saldado por el elenco italiano en dos pagos: la primera mitad en diciembre de este año y la otra a fines del 2016.
Con 20 años y 60 partidos defendiendo los colores de Estudiantes, el tucu, como tantos otros jóvenes surgidos de la cantera del pincha, emprende una nueva etapa en el fútbol europeo. En la Sampdoria compartirá vestuario junto a otros tres argentinos como Sergio Chiquito Romero, Matías Silvestre y Gonzalo Bergessio.