El fútbol argentino y el terror de la dictadura

El 24 de marzo de 1976 se iniciaba la más cruel y sangrienta dictadura en la Argentina. Y ese mismo día la Selección le ganó 2-1 a Polonia. El gobierno dictador decidió transmitir el partido por TV y radio, y así comenzó una nueva etapa en el fútbol argentino, donde sería utilizado como una gran herramienta política y de poder por los militares.

El fútbol argentino y el terror de la dictadura
Videla y los jugadores argentinos. (Foto: web)
santitagua
Por Santiago Tagua

Fue un 24 de marzo del año 1976 cuando la Argentina se transformó en aquel país fantasma que estuvo gobernado por una cruel dictadura. Los Derechos Humanos fueron aplastados, y casi todo estaba prohibido, casi todo, menos el fútbol.

Días antes, el 21 de marzo, la Selección Argentina había iniciado una gira por los países de Europa del Este con el triunfo 1-0 sobre la Unión Soviética. Ese 24, al seleccionado le tocaba jugar contra Polonia, en Chorzow, y el régimen militar comenzaría a usar este partido, y el fútbol como una gran herramienta política.

El comunicado N° 23 de la Junta Militar que había derrocado del Gobierno a María Estela Martínez de Perón anunció las disposiciones de aquel gobierno surgido de un golpe de Estado, y entre otras cosas, se comunicó que el fútbol estaba permitido, una de las pocas cosas que no se prohibieron: “Se ha exceptuado de la transmisión por cadena nacional de radio y televisión la propalación programada para el día de la fecha del partido de fútbol que sostendrán las selecciones nacionales de Argentina y Polonia.” Fue así, como esa sociedad prohibida vio los 90 minutos de partido.

La Selección Argentina le ganó 2 a 1 a Polonia, con goles de Héctor Scotta y René Houseman. El fútbol sería una especie de distracción y encubrimiento hacia el terror y violencia que la dictadura ejercería en el país. Y la Selección estaba obligada a ganar, porque al gobierno militar los logros deportivos le servirían para acrecentar su poder. El deporte podía ser una máquina de poder, y la dictadura argentina quería que esa máquina produjese más efectos que nunca.

Imagen del triunfo 2-1 de Argentina ante Polonia. (Foto: web)

Scotta contó años después: “teníamos mucho miedo a todo, a lo que fuera, una guerra civil, por ejemplo… Horas después del partido llegó a la concentración una orden del propio Jorge Rafael Videla diciendo que la Selección ‘tenía que jugar’ ese encuentro ante Polonia”.

Más allá del juego y de la misma Selección, la decisión de transmitir este partido por televisión significó el comienzo de una nueva etapa en el fútbol argentino, en la que, en manos de la dictadura, se convertiría al deporte, especialmente al fútbol, que era el de mayor llegada popular, como unaherramienta política, un instrumento para gobernar.

Luego de este partido, y durante aquellos años sangrientos, la Argentina vivió la más cruel y violenta dictadura de su historia. El fútbol sería instrumento del gobierno militar, y los dirigentes de AFA no se opondrían en absoluto a esto. Estaba definido que el Mundial de 1978 se jugaría aquí, en el país, y los militares supieron aprovechar esto. Ese mundial nuestra Selección se consagró campeona del mundo, y mientras el gobierno distraía a la sociedad argentina con el fútbol y este espectáculo mundialista, miles de personas desaparecían y eran torturadas.

Jorge Rafael Videla festeja durante el Mundial 1978. (Foto: Reuters)

Hoy, 24 de marzo de 2015, celebramos en Argentina el“Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia”. Hace 31 años tenemos democracia, y la dictadura ya pasó, pero eso no se olvida. El fútbol es un deporte único y pasional en nuestro país, y no debe mancharse. Nunca más.