No son muchos los juveniles que ha hecho participar Coudet en su corto pero prometedor ciclo como entrenador de Rosario Central. Luego de muchos años donde la cantera rosarina ha hecho figurar muchísimos jugadores en primera, el Chacho considera, por lo demostrado hasta ahora, apostar por la experiencia, al menos en su equipo ideal. Si bien ha necesitado de varios juveniles y estos han cumplido, apenas llegó al canaya dejó bien en claro que su idea era de apostar por un equipo de jugadores experimentados, donde los jóvenes se encontraran en un ambiente quizá un tanto distinto al que venían acostumbrados que les permitiera crecer como lo vienen haciendo.

Las apariciones más importantes son sin duda las de Jonás Aguirre y Victor Salazar. Si queremos podemos sumarle a estos la presencia de Yeimar Pastor Gómez Andrade, que también cuenta solamente con un puñado de partidos en Primera División.

El primero de todos, quien se desempeña como volante externo por el sector izquierdo, comenzó el torneo ingresando la mayoría de las veces desde el banco y mostrando mucha irregularidad en sus rendimientos. Poco a poco, con esfuerzo y perseverancia, sumado a la confianza que Coudet deposita en él, fue levantando su nivel y terminó siendo uno de los más regulares. Ya con 22 años, saca provecho en absolutamente todos los partidos por su velocidad y su gran capacidad de desborde. Lentamente, el oriundo de Firmat va ganando experiencia y se afianza en primera.

La sorpresa fue sin dudas el Tucu Salazar. Tras el problema personal que tuvo Pablo Álvarez quien comenzó jugando de lateral derecho titular, el juevenil fue elegido por Coudet para reemplazarlo. Antes de esto, tenía apenas dos partidos en Primera División. Los rendimientos del Tucu han dejado a más de uno con la boca abierta. A pesar de parecer una pequeña pulga en la cancha, ha demostrado gran proyección por su sector, criterio para hacerlo, firmeza e inteligencia para marcar y, quizá lo que más le importa al DT, atrevimiento para jugar. Hoy por hoy es muy difícil pensarlo afuera del primer equipo aunque quizá le toque salir ya que Pablo Álvarez está recuperado y seguramente la defensa se vea reforzada en este mercado de pases. A veces, el fútbol es injusto. Es una gran apuesta a futuro y con los pocos partidos que tiene Salazar ha comenzado a ganarse a la hinchada auriazul.

Por último, tenemos al imponente moreno colombiano. Se ganó la titularidad sobre el final de la era Russo, y fue titular desde el princio con el Chacho. Se vio reemplazado en un partido por Jonathan Ferrari, no por malos rendimientos ya que en defensa se mostraba muy sólido, pero si porque el DT quería suplir la única pero importante debilidad visible que tiene Yeimar: el juego con los pies. Sin embargo, en dicho partido quedó demostrada la importancia del jugador en la zona defensiva. Sigue acumulando experiencia y cada vez se anima a jugar más con los pies. Muy probablemente llegué algún central en el mercado de pases, así que el moreno tendrá competencia.

Por otra parte, el Chacho hizo debutar a Ijiel Protti. Fue el último partido, ante Independiente, donde le permitió al juvenil tener sus primeros minutos en primera ante un estadio repleto. Según se rumorea, es un jugador con mucha proyección. Habrá que esperar.

Además, Pablo Becker, quien ya tiene bastantes partidos acumulados en la máxima división, jugó unos pocos minutos ante Nueva Chicago y se resintió de una hernia en la zona lumbar. Fue operado y deberá esforzarse de nuevo para tener lugar, aunque sea en el banco de suplentes.

Para finalizar, llama la atención la nula participación que ha tenido Walter Acuña en el primer equipo. Con Russo al mando del plantel había tenido una cantidad importante de minutos marcando una buena cantidad de goles, pero parece que el actual DT lo tiene un tanto alejado de su radar.