La mano de Ricardo Gareca se vio reflejada en ésta selección peruana que merece todos los aplausos. Un equipo que llegó repleto de dudas terminó tercero, atrás de los mejores equipos de la competición, Chile y Argentina.
El primer tiempo no ofreció mucho en términos del juego. Fue un poco más Perú, que tuvo la pelota, intentó estar bien parado en defensa y a la vez propuso en ataque.
En el complemento, concretó lo echo en la primera parte. A los 48 minutos, André Carrillo, una de las figuras del partido, abrió el marcador luego de un corner y varios rebotes en el área, que terminó con un remate de afuera del delantero para poner el 1 a 0.
Abajo en el marcador, los dirigidos por Ramón Díaz hicieron lo único que podían: ir a buscar el empate. Con la ilusión de mostrar nuevamente lo hecho contra Argentina en el primer partido cuando remontó un 2 a 0 en contra, y luego contra Brasil, buscó pero sin claridad. Sintiendo el cansancio y sin dos de sus figuras como son Derlis Gonzalez y Roque Santa Cruz, ya esperaba un milagro.
Sobre el final, con el equipo albirojo totalmente jugado en ataque, los de Gareca elaboraron una magnifica contra que terminó, de la mano del inoxidable Paolo Guerrero, en el 2 a 0 definitivo para quedarse con el tercer puesto, al igual que en Argentina 2011.
Perú y Paraguay cerraron así una Copa América en la que rindieron por encima de lo que se esperaba de ambos equipos antes de su llegada a Chile y que les permite afrontar con otro espíritu las inminentes eliminatorias al Mundial de Rusia 2018.