La historia del fútbol nuevamente lo ponía a Talleres en un comienzo de año muy prometedor y expectante. Otra vez se iniciaba el calendario deportivo y la T debía demostrar en la cancha cual iba a ser su objetivo en este 2016. Y fue así, como en la noche de ayer cumplió con el primer reto del camino y derrotó a Guillermo Brown de Puerto Madryn por 2 a 1, en la primera fecha de la B Nacional.

No obstante, fue un partido complejo y dificultoso para los matadores, debido a que el León de Madryn se le plantó muy bien en todo el terreno de juego. Por lo que en los primeros 45 minutos, ambos equipos se estudiaron más de lo que propusieron. En cuanto a la T, intentó llegar al arco defendido por Bangardino pero las imprecisiones de sus mediocampistas dificultaron la tarea de Velázquez, que tampoco pudo hacer mucho como único punta.

Cabe destacar que en esta primera mitad estuvieron muy erráticos Nazareno Solís e Ivo Cháves, al igual que Carlos Quintana en la defensa. Por lo que claramente se notó que al equipo todavía le faltaba adaptarse al estilo de juego que Kudelka proponía ver en cancha.

Sin embargo, la más clara de la primera parte la tuvo Talleres con un remate de Solís que fue detenido en la línea de gol por un defensa de Brown. En cuanto a la visita, podemos destacar que tampoco se quedó atrás y se paró muy firme en el mediocampo, por lo que varias veces le generó dolores de cabeza a la saga central de volantes y defensas, a través de los desbordes imparables de Luciano Nieto.

Ya en los segundos 45 minutos el estilo de juego de ambos equipos iba a cambiar y por ende, el partido se iba a volver más entretenido. Pero para sorpresa de todos los hinchas locales, el que propuso primero fue el conjunto dirigido por Pancaldo a través de los desbordes de Marinucci y Nieto, como así también el peligro ocasionado en el arco local por el experimentado Mauro Fernández.

No obstant, el equipo cordobés iba a reaccionar primero, por lo que a los 21 minutos y tras una gran momento de presión, Victorio Ramis apareció con su cabeza y la mandó a guardar al arco defendido por Bangardino. Así el local decretaba el 1 a 0 transitorio para el delirio de las 35 mil personas. De allí en más el encuentro se vivió con muchísima intensidad y emoción, ya que los equipos se abrieron tácticamente.  

Pero Brown no tardó en responder y los 32 minutos, Albarracín decretó el empate tras un cabezazo inatajable para Caranta. Así el 1 a 1 parecía sellarse en un encuentro que no había ofrecido mucha calidad de juego pero si sacrificio. Sin embargo, Kudelka guardaba un as bajo la manga e lo hizo ingresar cuando Talleres más necesitaba de un armador. Y el hombre el elegido para ésta tarea fue Agustín Gutiérrez.

El uruguayo ingresó por Reynoso, y en pocos minutos metió una asistencia exquisita para que Nazarenos Solís pusiese el 2 a 1 final. Y cabe destacar en base a esto, que el conjunto dirigido por Kudelka no sufrió en los últimos minutos la presión de Brown, debido a los cortes de juego producidos por Burgos y Olivera.

Así finalizaba el partido, con el festejo de más de 35.000 personas, y los jugadores abrazándose en la mitad del campo de juego.

Talleres tuvo todo a su disposición y ganó por la efectividad, y las ganas propias por la necesidad de haber ido a buscar el encuentro. Sin embargo, el campeonato recién comienza y todavía habrá cosas por mejorar.