Quilmes se tomó revancha en el momento justo. La semana pasada perdió contra Temperley, rival directo en la lucha por la permanencia, y se complicaban las cosas en el equipo del sur de Buenos Aires. Sin embargo, tan solo una semana después, se volvieron a ver las caras en la fecha de los clásicos.

Los dirigidos por Alfredo Grelak se llevaron unos merecidos e importantísimos tres puntos que le permiten dar un respiro con los promedios. El local fue claramente superior, pero los goles llegaron recién en el segundo tiempo: a los diez minutos, Ezequiel Rescaldani (goleador del equipo con siete conquistas en doce partidos) anticipó a Aguirre tras un centro de la derecha y estampó el 1-0 tras una respuesta un tanto tardía del arquero Federico Crivelli. El segundo llegó a los 43, el Chirola Romero capturó el rebote de un tiro libre y sacó un fuerte remate de volea que se coló entre las piernas del uno. En el final  Lucas Perez Godoy y Christian Canuhé vieron la roja por disputar una pelota dividida de forma brusca.

Volver a la victoria luego de tres derrotas consecutivas es una muy buena noticia para el Cervecero, pero no es la única. Tanto la CD, como los hinchas y los jugadores mostraron su preocupación por que su capitán y máximo referente, Rodrigo Braña, se marche del club para recalar en Boca Juniors (puede incorporar un jugador por la lesión de Fernando Gago, que tendrá de seis a siete meses de recuperación) que mostró un gran interés.

Sin embargo, el Chapu salió a desmentir los rumores que lo vinculaban con el club de la ribera y afirmó que se quedará a pelearla: "Mi cabeza está en Quilmes. No sería profesional irme ahora. Quiero jugar estos cinco partidos, no puedo dejar al club en ese contexto. Si un compañero lo hiciera a mí no me gustaría. Igual es un orgullo que Boca piense en mí".  Los hinchas no pasaron por alto su noble gesto y le dedicaron cuatro banderas, aplausos y cánticos. En el minuto 18 (su número) le dedicaron aplausos y le cantaron: "El Chapu es de Quilmes y de Quilmes no se va"