En la noche de jueves en la Bombonera, el panorama de la revancha de la segunda semifinal entre Boca Juniors e Independiente del Valle pintaba para ser un partido muy distinto al que fue. En la previa, conociendo lo imponente que es el estadio y el público del Xeneize, parecía que el encuentro iba a tener al conjunto local como protagonista y a los ecuatorianos retraídos en campo propio, esperando por ver lo que hacía su rival.

Nada de lo que se preveía sucedió... Porque, a pesar de que Boca logró convertir a los 4 minutos del encuentro, rápidamente recibió respuesta de Independiente y allí se hizo un partido de ida y vuelta. Esa paridad que se vio en cancha, se reflejó en el juego cuando Luis Caicedo marcó el empate para los visitantes, que le tiraron todo el peso a los conducidos por Guillermo Barros Schelotto.

Después del 1-1, Boca intentó imponerse nuevamente en cancha y en el resultado para encontrar la tranquilidad, pero no pudo conseguir un buen juego y menos ser eficiente en el arco de Azcona.

Ya en el segundo tiempo, el Xeneize esperaba encontrar un mejor nivel para poder torcer el rumbo de la serie y clasificarse, pero nuevamente sus fallos defensivos lo condenaron porque en apenas tres minutos del complemento, Cabezas aprovechó la pasividad de la defensa azul y oro para marcar el 2 a 1 y allí, Boca debía marcar tres goles para pasar de fase. Ya era complicada la situación, pero tuvieron que pasar solo dos minutos para que empeore, porque luego de un despeje largo de la defensa ecuatoriana, apareció una nueva falla en la defensa y aquí el mayor error lo cometió Agustín Orión que hizo un pase corto, aprovechado por Julio Angulo que solo la tuvo que empujar.

A falta de 40 minutos, Boca necesitaba cuatro goles para dar vuelta la serie y tenía que hacerlo con una carga máxima de presión, sumado a que su juego hasta ese momento no había sido el mejor. Con el correr de los minutos llegaron los cambios ofensivos, Benedetto y Walter Bou saltaron a la cancha, pero el resultado seguía 3 a 1 a favor de Independiente del Valle. A los 25 del complemento, Boca tuvo la chance de un penal en los pies de Nicolás Lodeiro y tampoco lo pudo aprovechar, porque el remate fue atajado por Azcona.

Los 40 minutos tuvieron siempre la misma situación, a Boca atacando con más desesperación que utilizando la cabeza y si encontrar siquiera descontar en el resultado, a pesar de los cambios ofensivos y el lógico retroceso del rival.

A los 90 llegó el gol de Pavón, un golazo que no sirvió de nada porque el destino del Xeneize ya estaba definido, afuera de la Copa Libertadores 2016.