En el último mercado de pases, hubo una fuga incesante por Núñez. Varios futbolistas no considerados por el Muñeco Gallardo decidieron buscar otros destinos. Sean juveniles, como Guido Rodríguez o Tomy Martínez, como experimentados, casos Chiarini, Lucho González y Pisculichi. Y quien podría haberse ido (y no hubiera causado demasiados estragos si ocurría en ese momento) era Sebastián Driussi.
El juvenil, que debutó en Primera en 2013, tuvo rodaje en 2014 y su explosión en 2015 (siendo figura en la Selección Argentina Sub 20 y anotando cuatro tantos en River ése año), había arrancado bien este 2016, con goles en el verano, pero se pinchó notablemente durante el primer semestre.
Es cierto que Sebastián, delantero nato, jugó varias veces como volante por las bandas, debido a su gran velocidad y desborde, aunque también jugó de delantero y no había rendido. De hecho, en la última Copa Libertadores, tuvo sus oportunidades y no las supo aprovechar. Peleado con el arco.
Vélez y Huracán lo pretendían para sumarlo a préstamo. Algo similar al caso de Gio Simeone, que se fue a buscar rodaje a Banfield. Sin embargo, Gallardo no lo dejó salir y lo bancó en el once inicial junto con Lucas Alario, por encima de Rodrigo Mora e Iván Alonso. Y esta vez no lo desaprovechó: anotó el gol inicial ante Santa Fe en la Recopa y ayer abrió la cuenta ante Banfield (de cabeza, gran centro de Moreira). Ambas apareciendo de 9, donde mejor rinde.
Ahora llegó Marcelo Larrondo, una de las figuras del plantel millonario, a disputarle el lugar. Una lucha que tiene además a Mora y Alonso expectantes. Sea como sea, Driussi está levantando y ganándose en buena ley su puesto, con goles. Su principal objetivo será mantener la regularidad.