Ezequiel Garay no es un nombre ajeno a la Selección. Desde su debut en Newell's Old Boys en el 2004, estuvo ligado a la camiseta celeste y blanca, ganando un tercer lugar en el Mundial Sub 17 de Finlandia 2003, y compartiendo el equipo campeón del Mundial sub 20 de Holanda 2005 y los JJOO de Beijing 2008 con Lionel Messi

Habiendo jugado poco en Argentina (dos temporadas), emigró a España luego de aquel Mundial de La Haya, defendiendo la camiseta del Racing de Santander hasta la temporada 2008/09, siendo traspasado al Real Madrid tras el Oro Olímpico en China. Una vez más, una buena actuación blanquiceleste le daba la chance de cambiar de equipo. 

Sin embargo, en la Casa Blancatras una buena primera temporada (23 partidos, un gol), para la 2010/11 sólo formó parte en ocho juegos, despidiéndose de su aventura española para recalar en el Benfica de Portugal, lo que le abrió nuevamente las puertas de la Selección mayor tras cuatro años de ausencia, desde su debut en 2007 (jugó un amistoso).

Con el tiempo se fue afirmando como un pilar en la defensa argentina, disputando como titular la Copa del Mundo de Brasil 2014 y la Copa América de Chile 2015. Esta vez, sus actuaciones en el subcampeonato mundial le permitieron emigrar a Rusia, para jugar en el Zenit St. Petesburg. Sin embargo, esta vez el cambio no fue positivo: si bien era indiscutido en la primer temporada, fue quedando relegado en las dos siguientes. Para peor, una lesión lo alejó un tiempo de las canchas.

Ese malestar físico le costó, también, su lugar en la Selección. Hoy, en Valencia, estuvo en 28 de los 40 partidos que su equipo afrontó, convirtiendo cuatro goles y volviendo a sentirse importante, con esperanzas de volver a vestir la camiseta de la Albiceleste.