Una jornada más en la que la gente de Temperley se va con bronca. Pero esta vez no fueron solo los hinchas (de hecho, se lo escuchó a Leonardo Di Lorenzo muy enojado en el vestuario). La bronca y tristeza se trasladó y, luego del resultado ante Defensa y Justicia y tras cuatro partidos perdidos sin convertir goles, el entrenador Gustavo Álvarez, reconoció que el equipo necesita un cambio de aire y dio un paso al costado. "Tomé la decisión de no continuar al frente del equipo. Era algo que ya había hablado en la semana con la dirigencia y el resultado adverso lo confirmó", manifestó, autocrítico. 

Más allá de los últimos resultados negativos, el equipo no tenía un buen rendimiento y no había un once inicial consolidado, por lo que se estaba haciendo cuesta arriba encaminarse para conseguir el objetivo de seguir en Primera División. El ex técnico asumió el compromiso y admitió: "Es absolutamente mía la responsabilidad de esta campaña por más de lo imponderable que haya pasado y de situaciones puntuales de ciertos partidos que inclinaron el resultado en contra. El funcionamiento del equipo y los puntos obtenidos es de mi absoluta responsabilidad".

En las ocho fechas que lleva la Superliga, el Gasolero pudo convertir solo cuatro goles y el tema que va a molestar al sucesor de Álvarez será justamente ese: falta de contundencia en la última línea, hacer un equipo más corto con todas las líneas unidas, un buen mediocampo que pueda tener y recuperar sin acudir tanto a la pelota dividida. Todo eso y más. Pero lo más importante será la motivación y la confianza que parece... se perdió. Álvarez lo ratificó: "Hoy considero que Temperley necesita un cambio de entrenador. Se lo hice saber a los dirigentes y a los jugadores y creo que es lo mejor para este plantel. La renovación de expectativas a partir de un nuevo conductor". 

Gustavo Álvarez reconoció su cariño hacia el club y que "cuando no se consiguen los resultados hay que tomar decisiones para revertir la situación". Y él mismo tomó la suya. La pregunta es, ¿Quién agarrará?