En el fútbol asiático lo llaman Sonaldo, por su gran parecido en el estilo de juego al portugués Cristiano Ronaldo y los comentaristas de fútbol coreano ya lo consideran uno de los grandes que están destinados a marcar una diferencia en el deporte oriental.
Heung-min Son, apodado Sonny por sus compañeros jugadores, nació el 8 de julio de 1992 en una ciudad de la República de Corea del Sur, donde se dedicó al fútbol desde una temprana edad y comenzó a jugar profesionalmente a los 16 años, siendo convocado por Hamburgo S.V, equipo de origen alemán donde comenzó a dar que hablar por su destreza, movimientos limpios y rapidez adentro de la cancha. Hoy en día, juega para Tottenham Hotspur (Inglaterra).
Su estatura es también uno de sus atributos más destacados, siendo 1,84 metros, que le permiten tener una clara ventaja ante posibles demarques de otros jugadores y le permite correr mayores distancias sin desgastarse demasiado.
Otro atributo es su patada ambidiestra que le permitió marcar 71 goles en lo que va de su carrera, entrando a la cancha siempre en posiciones de delantero central o delantero de centro izquierda, el cual es visto que más le favorece a un equipo. También, sus patadas altas permiten alcanzar un ángulo ideal para bien logrados goles de esquina.
Está claro que el entrenador de la selección surcoreana, Shin Tae-yong, confía en que las asistencias por parte de dos de los posibles delanteros que acompañarían a Sonny en el Mundial (Hwang Hee-chan, delantero derecho y también central, o el mediocampista y defensa Jang Hyun-soo, que podría ser un alargue en caso de un 4-3-1-2).
Es evidente el cuidado de las tácticas de juego del técnico interino de la selección en esta décima participación de la selección en un Mundial una vez más, ya que el mismo equipo se expresa unido, con organización y mucha energía para enfrentarse a una Copa del Mundo donde esperan, posiblemente y con ambición, llegar a alcanzar el nivel más alto del mundo, de la mano de esta estrella.