No hay nada más gratificante y estimulante para un futbolista que disputar un clásico. Mucho más si enfrente está el rival de toda la vida y está en juego nada menos que la Copa Libertadores, que es el máximo logro que pueden disputarse dos equipos del mismo país.
En el plantel de Marcelo Gallardo (ganador de la Copa como jugador y DT), hay varios jugadores que ya conocen lo que es jugar bajo la presión que caracteriza una final de Copa Libertadores. Son seis: Jonatan Maidana, Leonardo Ponzio, Camilo Mayada, Enzo Pérez, Franco Armani y Rodrigo Mora. Hay que destacar que Gonzalo Martínez formó parte del plantel en 2015 pero no disputó ninguna de las finales.
En el caso de River, van por el bicampeonato de América varios de los pilares del plantel. En la edición de la Libertadores 2015, esa Copa que se disfrutó por eliminar a Boca y Cruzeiro tras pasar angustiosamente la fase de grupos y que se encontró en la final a Tigres de México, rival también en la fase de grupos.
Los jugadores que tuvieron el privilegio de disputar las dos finales ante el cuadro mexicano son Jonatan Maidana, que fue una pesadilla para Gignac, y Leonardo Ponzio, patrón del mediocampo. Quien jugó el duelo de ida en Monterrey pero no el de vuelta fue Rodrigo Mora, el uruguayo que venía de ser figura ante Guaraní, que se lesionó en Monterrey (y por ello, Fernando Cavenaghi disputó la revancha). Y en el Monumental, la noche gloriosa de la consagración, en el lateral derecho estuvo Camilo Mayada, improvisado, ya que en la ida fue suspendido Gabriel Mercado, por acumulación de amarillas. El charrúa cumplió con creces la tarea de marca.
En tanto, en otros clubes, hay dos casos: en la Copa Libertadores 2009, el campeón fue Estudiantes de La Plata (en ese certamen, River había quedado afuera en primera ronda). El Pincha contó con Enzo Pérez en la finalísima contra Cruzeiro, logrando alzar la Copa en Belo Horizonte (la cuarta del club Platense). Enzo era indispensable en ese mediocampo de Alejandro Sabella, con sacrificio y gol.
En segundo lugar, el arquero Franco Armani también conquistó América en el sorprendente Atlético Nacional, que ganó la edición 2016, la segunda de su historia (1989, la anterior Copa del Verdolaga). El guardameta no tuvo mayores contratiempos en la final contra Independiente del Valle, el equipo ecuatoriano que barrió a River y Boca. Armani fue determinante en el título del elenco colombiano, sobre todo en la serie de cuartos de final contra Rosario Central.
