Viajar tantos kilómetros y ganar un partido que se dio de tal manera, no es cosa fácil, menos mantener un resultado. Pero con un poco de esfuerzo se puede conseguir. Eso hizo Temperley hoy. Demostró que si quiere, puede, aunque todavía le falten pequeños detalles para cerrar una buena idea.

En Puerto Madryn, el Cele salió desconcentrado, impreciso. Generó pocas jugadas de gol, poco peligro y dejó que el local domine durante esos 45 minutos, aguantando como podía el arco en cero.

Concluido el primer tiempo, comenzó el "lavado de cara" en el vestuario, y Temperley salió con otra actitud a jugar los 45 minutos restantes. El Gasolero fue un poco más creativo a la hora de lastimar a Brown, tuvo alguna llegada más que en el primer tiempo, y un poco más de juego en la mitad de la cancha, más claridad. 

Llegando a los 20 minutos de este segundo tiempo, Alexis Vega conecta un centro desde la derecha que cae perfectamente a la cabeza de Enzo Baglivo, y la pelota con mucho suspenso entra rozando el ángulo para que toda la gente Celeste grite con euforia. Uno a cero y ahora... A aguantar. 

Literalmente, Temperley recibió como pudo todos los ataques del local, que se empecinó con empatar el partido, y mientras tanto, el Cele aguardaba con contraataques.

Brown de Puerto Madryn no pudo quebrantar la defensa ni el arco de Temperley y así fue como culminó esta gran victoria para los dirigidos por Cristian Aldirico.