Noche de jueves en la República Argentina; mientras la comida espera a ser servida, y el mantel, vasos y cubiertos adornan la mesa; la familia se reúne alrededor de la tele esperando por el comienzo del partido. Hay promesa de buen fútbol, juegan dos equipos que aunque llegan con resultados complicados, son protagonistas de la Copa Sudamericana. Por un lado el golpeado Atlético Mineiro de Rafael Dudamel, que perdió como local frente a Caldense en su última presentación por el Campeonato Mineiro. Por su parte Unión viene de caer como visitante frente a Patronato por 1 a 0, en lo que fue una final, en la lucha que mantiene por clasificar a la Copa Sudamericana 2021.

El duelo arrancó siendo favorable para el local; apenas 10 minutos de juego y ya había tenido una oportunidad muy clara para abrir el marcador. Un robo en mitad de cancha y un pase abierto para Guga, que prefirió mandar un centro al área para la aparición de Nathan con un cabezazo pero se perdió por el lado derecho del arco. El partido seguía igualado en cero.

Los dirigidos por Dudamel seguían dominando el juego y aprovechaban las ventajas que dejaba la defensa rival (perdida y con alarmantes errores de todo tipo). Promediando los 16 minutos, Rómulo Otero recibió una falta en campo contrario y fue él mismo que con una gran pegada de tiro libre abría el marcador para Atlético Mineiro. Finalmente, cuando parecía que el primer tiempo terminaría con una mínima ventaja a favor del conjunto brasilero; Franco Calderón le comete infracción adentro del área a Réver, y el árbitro del encuentro, Nicolás Gallo, no dudo en pitar la pena máxima; Hyoran fue quien se encargó de cambiar el penal por gol y así poner el 2 a 0 en el partido.

El segundo tiempo arrancó con un cambio para la visita; el ingreso de Franco Troyansky en lugar de Gabriel Carabajal, no influyó positivamente. Pese a esto, el equipo de Madelón se encontró mejor ubicado en el campo de juego, pero continúa padeciendo la falta de jerarquía en los metros finales que le dejó la partida de su delantero Maximiliano Cuadra. A falta de unos minutos para el pitido final, Brian Blasi cedió para Ezequiel Bonifacio, que intentó un remate desde más de 30 metros que lo encontró bien parado al arquero Michael. Con esta última jugada de peligro finalizaba el partido.

Además de una dura derrota, el final del encuentro dejó a simple vista el déficit goleador que posee el equipo Tatengue en este semestre, a diferencia del anterior que estuvo plagado de anotaciones. El próximo compromiso será por Superliga, el lunes 24 de febrero a las 21:45 horas, frente a Central Córdoba de Santiago del Estero.