Habían muchas cosas para ver, por ejemplo como se iba a tomar Boca la eliminación de la copa libertadores a manos del Corinthians, y también la salida del ahora ex director técnico Sebastián Battaglia. Más allá de que la previa era complicada, Boca tenía la chance de prenderse en la lucha por el campeonato, además jugaba ante un San Lorenzo que juega con lo que tiene, entre ellos, muchísimos chicos.

El partido arrancó con polémica ya desde antes del comienzo del mismo, porque Hugo Ibarra el director técnico interino de Boca, decidió sacar del once titular a dos jugadores que venían siendo muy importantes en el esquema de Boca, Carlos Izquierdoz y Exequiel Zeballos.

El desarrollo del juego se dió como se imaginaba, con Boca teniendo la pelota e intentando generar desde ahí, y con un ciclón esperando cortar en el medio para poder salir rapido hacía adelante con sus delanteros.

Boca no podía generar, solo tenía insinuaciones desde las indivualidades, que es un asunto que desde hace tiempo viene pasando, y que el xeneize no puede encontrarle solución. Mientras tanto San Lorenzo prescindia de la pelota pero ocupaba muy bien los espacios en defensa, y tenía muchos espacios en ataque.

A los 28' y a través de una pelota parada, Marcos Rojo conectó un centro desde la izquierda y puso el 1 a 0, demasiado premio para un equipo que no había sido superior al rival.

Más alla del gol, la tónica del encuentro fue la misma, y San Lorenzo comenzó a tener cada vez mas llegada al área de Rossi. A los 37' el juvenil Agustín Giay llegó libre sobre la banda derecha y tomó un rebote para convertir el 1 a 1 con un gran derechazo, ante una sorpresiva pasividad de la defensa xeneize.

El primer tiempo terminó con polémica, porque ​​​​​​Nicolas Fernández Mercau convirtió el 2 a 1 con un fulminante zurdazo al primer palo de Rossi, aunque el tanto fue bien anulado por el juez Fernando Espinoza por una dura falta del volante Ciro Rosané ante Alan Varela.

Para el segundo tiempo Boca no había ajustado nada, no había presión, los volantes no podían jugar, Oscar Romero no podía tener la pelota en tres cuartos de cancha y Pipa Benedetto quedaba muy aislado. Y si bien San Lorenzo jugó un gran partido, en parte también fue porque Boca no estaba metido en el juego, y durante los 90 minutos, demostró ser un equipo endeble.

A los 9' del segundo tiempo, el delantero Adam Bareiro convirtió de cabeza el 2 a 1 para el ciclón, luego de un gran centro de Ezequiel Cerutti.

A los minutos se vinieron dos cambios consecutivos para Boca, ingresaron Zeballos y Orsini, aunque no pudieron torcer el rumbo del partido.

Ya para el final San Lorenzo comenzó a retrasarse cada vez más, y el equipo de Ibarra, con un juego demasiado pasivo, no pudo quebrar la defensa cuerva.

Marcos Rojo provocó un penal infantil sobre Malcom Braida que hubiese sentenciado el encuentro a falta de 15', si no fuera por que Bareiro la tiró al lado del palo. Luego el mismo defensor xeneize debió haber sido expulsado por una falta ante Leguizamón que debería haber sido segunda amarilla, el árbitro decidió no cobrar nada.

El clásico se quedó en el gasómetro, San Lorenzo ganó su primer partido de local en el año, mientras que Boca le agregó mas problemas a un presente ya de por sí bastante problemático.

 

 

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